Al detenerlos en un retén de alcoholímetro, una gritó que iban secuestradas; la otra murió
Martes 26 de noviembre de 2013, p. 35
El joven que disparó a dos de sus amigas, matando a una, debido a que ya no querían seguir bebiendo con él, y que fue detectado en un punto del alcoholímetro cuando una de las jóvenes gritó que iba secuestrada. Se le detuvo y fue consignado por la Procuraduría General de Justicia.
La fiscal desconcentrada de investigación en Cuauhtémoc, Claudia Elizabeth Cañizo Vera, informó que Juan Quintana Sánchez, de 19 años de edad, fue acusado de los delitos de homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado contra agentes de la autoridad y privación de la libertad.
Los hechos ocurrieron la madrugada del viernes pasado cuando en la esquina de Insurgentes y Puebla, en la colonia Roma Norte, en el retén del alcoholímetro la policía detectó una situación irregular en el taxi del estado de México, un vehículo Chevrolet, tipo Chevy, color blanco, en el que viajaban un joven, en el asiento del copiloto, y en el trasero dos mujeres.
Los uniformados marcaron el alto al conductor, pero el joven amagó a éste para que se diera a la fuga por el carril confinado del Metrobús. Sin embargo, la unidad fue alcanzada y el joven descendió y disparó en contra de los elementos policiales, quienes repelieron la agresión y lo lesionaron en un brazo.
Al revisar la unidad, se percataron de que las mujeres estaban lesionadas, por lo que solicitaron el apoyo de paramédicos, quienes las trasladaron a un hospital, donde una de ellas falleció y la otra presentaba lesiones que tardan en sanar más de 60 días.
El acusado declaró que acudió a una fiesta en compañía de las dos mujeres y posteriormente solicitó el servicio de taxi para que los llevara a comprar bebidas alcohólicas.
Agregó que en el trayecto comenzó a discutir con las agraviadas, una era su novia, porque no querían seguir bebiendo con él, por lo que sacó una pistola calibre 45 y les disparó. Luego amagó al conductor, obligándolo a circular por varias calles del Distrito Federal, pero al pasar por el retén del alcoholímetro en Insurgentes y Puebla, una de las víctimas pidió apoyo a la policía.