En la recta final del periodo de sesiones, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados impulsa que se apruebe una reforma a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario para acotar el monopolio de los cuatro concesionarios de esa infraestructura, los cuales han aumentado 200 por ciento sus cuotas de interconexión pero no han construido ni un kilómetro de vías.

La reforma, que parte de una iniciativa priísta, está en revisión en la Comisión de Transportes. El coordinador del tricolor en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, informó que se trata de una prioridad del grupo.

El proyecto –del diputado Abel Guerra Garza– plantea permitir la inversión privada para la construcción de nuevas líneas y licitar nuevas rutas de ferrocarril, que complementen la red de 26 mil 727 kilómetros que entregó el gobierno de Ernesto Zedillo a las trasnacionales.

Actualmente la red es operada por Kansas City Southern, Ferromex, Ferrosur y Chiapas-Mayab, las cuales, mediante las concesiones que tienen tras la desaparición de Ferrocarriles Nacionales de México, controlan la red de transporte de carga.

La iniciativa afirma que en la década pasada la participación del ferrocarril en el transporte se estancó: en 2000 fue de 20 por ciento del total de productos trasladados por tierra y en 2000 llegó a 26 por ciento, pero desde entonces sigue igual.

Además, “la red se ha mantenido constante por décadas. Entre 2005 y 2011 se incrementó 0.2 por ciento, es decir, pasó de 26 mil 662 kilómetros a 26 mil 704, sólo 42 kilómetros más.

Uno de los principales problemas del uso de vías de ferrocarril, añade, es la tarifa de carga que aplican los tres principales concesionarios. Además, las cuotas por derechos de paso y arrastre entre la Kansas City Southern y Ferromex no han sido acordadas, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha sido omisa al respecto.

De esta forma, la ausencia de interconectividad ha derivado en la operación en exclusiva de cada concesionario sobre su cobertura geográfica, lo que ha ocasionado que la tarifa fijada por Kansas City Southern, Ferromex y Ferrosur tenga incrementos de más de 200 por ciento.

La iniciativa pretende que la SCT pueda licitar nuevas rutas, otorgar nuevas concesiones o permisos únicamente a las empresas que construyan infraestructura férrea, pero a cambio de que las vías puedan ser utilizadas por otras empresas mediante el pago de una contraprestación.