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La banda puso a bailar a 50 mil seguidores en el Foro Sol

Los Fabulosos Cadillacs armaron gran fiesta por sus 30 años de trayectoria
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de noviembre de 2013, p. a13

El pasado sábado, el grupo argentino de ska y rock Los Fabulosos Cadillacs reunió a 50 mil personas en el primero de dos conciertos en el Foro Sol, donde el vocalista Vicentico interpretó 25 composiciones que resumen la trayectoria de la banda en 30 años, que festeja este 2013.

La fiesta la abrieron tres grupos: Nana Pancha, Boom Boom Kids y Straitjackets, de estilos diferentes e inmersos en el ska y el surf, con los elementos propios de esos ritmos, con máscaras de luchadores, sonidos y ropa de playa, y trajes elegantes.

Noche fría y con algo de lluvia, por momentos pertinaz, que fue calentada con la participación de Roco Pachucote, quien hizo dúo con Vicentico en el éxito Calaveras; otro momento de gran emoción fue cuando Rubén Albarrán hizo dupla en el micrófono en la famosa Vasos vacíos.

Luego de que Los Straitjackets motivaron a un público integrado en su mayoría por jóvenes, incluidos muchos niños, que vieron a cierta distancia el slam, cayó una lluvia, pero de fuegos artificiales. Fue el anuncio de que aparecerían Los Fabulosos Cadillacs.

Para que el público del fondo pudiera ver el espectáculo se colocaron como escenografía seis pantallas, donde por momentos se proyectaron las imágenes de cada uno de los músicos de la banda.

La fiesta sonora comenzó con Yo no me sentaría en tu mesa, que de inmediato hizo reacción en la concurrencia, que bailó y brincó en colectivo, alegre, vivaz.

El ritmo de la luz

Los argentinos llegaron al Distrito Federal como parte de su gira El ritmo de la luz, paráfrasis del título de su disco La luz del ritmo, de 2008.

La fiesta llegó a un apogeo continuo con La luz del ritmo, El muerto, Demasiada presión, El aguijón, Los condenaditos, Genio y Gallo rojo.

Vicentico sabe que el respetable va a divertirse y no lanza rollos. Entre lo poco que dijo se escuchó: Hola, amigos y amigas. Gracias. Vamos a pedir por el agua, por la lluvia, que nos curen; vamos a bailar hasta que se nuble, hasta llenar, hasta que la lluvia sea lo mismo que nuestras lágrimas y nos limpien el corazón. ¿Vamos a bailar? ¡Todos arriba!

Los ¡oé-oé-oé, Cadillacs! Se repitieron en todo el Foro Sol. La cultura de su país la llevan adonde se presentan y rindieron tributo a Ernesto Sábato, autor de El túnel, y al revolucionario del tango Astor Piazzola.

El Dr. Alderete dibujó en vivo durante varias canciones. Los Fabulosos Cadillacs crean un ambiente carnavalesco, una fiesta de calle, una juerga entre amigos, la emoción de meter un gol en una cascarita, revive la emoción del primer beso, el abrazo a los viejos, el barrio y su devenir, la vida que transcurre.

En ese horizonte de imágenes, tocaron Carnaval toda la vida, un sueño, una manera de entender y de asumir la vida.

Se enfilaba el final, que fue un hacia arriba permanente, como de papalote con viento en contra, con Mal bicho y Matador, hasta Siguiendo la lluvia, melancólica y profunda. Se despidieron con El satánico doctor Cadillac y con la esperada Oh oh oh, en un largo coro que se fue extinguiendo minutos después, en calles aledañas al Foro Sol.