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Hoy, en el Foro Cultural Coyoacanense, Víctor Guerra, El cantor del pueblo

En 40 años la canción política no ha dejado dinero, pero ha valido la pena
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de noviembre de 2013, p. 8

Este domingo, a las 12 horas, en el Foro Cultural Coyoacanense Hugo Argüelles, Víctor Guerra, El cantor del pueblo, festejará con un concierto de canción política 40 años de apoyar con su voz y su guitarra las luchas contra la injusticia, la explotación y la falta de democracia. Al acto invita el Comité 68 Pro Libertades Democráticas.

Participarán Tania Miramontes y el grupo integrado por Silverio Jiménez, Elihú Jiménez, David González y Alejandro Ávila, con la conducción de Froylán Rascón. La entrada es gratuita y el cupo limitado.

Además de intérprete, Guerra es compositor, autor dramático y activista político. Nació en 1952, en Azcapotzalco, Distrito Federal, y la razón de su vocación y orientación humanista y política la ubica en que su familia es trabajadora, no rica y consciente de su realidad.

Sus inicios

En entrevista, expresó que su inicio como cantor data de “cuando estaba en una vocacional del Politécnico, me tocó vivir el movimiento estudiantil de 1968, todo ese oleaje. Fui parte de ese acontecimiento como brigadista. Por esos días empecé a agarrar la guitarra y quise expresar lo que había visto. En 1973 estudié teatro en la ANDA, y canto con un maestro de ópera. Todo eso hizo intersección para que decidera interpretar este tipo de música. Así ha sido en 40 años.

“Sí, sí ha valido la pena, tal vez no desde el punto de vista económico, porque no deja dinero para vivir, pero lo hago por convicción. Vivo de mi trabajo como abogado; estudié derecho y defiendo a los compañeros de la zona de Tecámac-Zumpango y Coyotepec, que son las tres áreas en las que ayudo a quienes defienden el agua y el lugar donde viven.

“La labor jurídica sostiene a la actividad artística. A la canción sumo el teatro, con obras como Octubre rojo, que se presentó en el Teatro Ramiro Jiménez, en los 35 años del 68. Es de mi dramaturgia y ahí actué.”

Reconoció que una de las cosas que tienen en su contra los cantores como él es que siempre van a contracorriente. “En México, de los años 70 para acá se le ha dado mucha importancia a la trova, a la nueva trova cubana y a los grupos chilenos; les pagan bien, pero a nosotros nos cuesta trabajo conseguir que nos remuneren.

“He cantado hasta en las esquinas, en colonias populares, con la sola indumentaria de la guitarra y la voz; en sierras, en huelgas, escuelas, con los sectores que están en lucha. He acompañado a activistas sociales y he llevado el mensaje de esto y de la realidad que se vive en México. En Jojutla, Morelos, con otros compañeros, fuimos a actuar, pero la policía rodeó el lugar y nos sacaron en las cajuelas de los coches; eran días de represión severa, en 1974. Otro caso fue en la huelga de Duramil, también de ese año, donde los obreros se levantaron en huelga; ahí algunos alumnos de la Preparatoria Popular, donde fui maestro, me sacaron por la parte de atrás. En Guerrero fui a cantar a una comunidad apartada de la sierra, adonde llegó una brigada del Partido de los Pobres, y los pobladores nos pidieron que nos fuéramos, y caminamos toda la noche entre cerros.

“En México, la única persona que ha estado presa por su canto es Judith Reyes, porque el gobernador de Coahuila se oponía a su discurso político. Es la única. A un compañero lo mató la policía porque lo confundieron con El Guaymas, que era de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Como era mi amigo y vivíamos juntos, me relacionaron y me detuvieron. Pero nunca fue por la canción. Eso pasó en 1976. Me pusieron una capucha, me querían achacar cargos, pero alguien dijo que yo no era peligroso. Me soltaron por Ecatepec.

En Naucalpan me tocó un desalojo a manguerazos de los bomberos.

Guerra nunca ha pertenecido a un partido, pero sí a organizaciones políticas de corte socialista.

Estuvo en el CCH Oriente y fue uno de los fundadores del Cleta, agrupación que se instaló en la Casa del Lago hasta que los sacaron en lo que ellos califican de acto represivo. Entre todo esto hacía recitales con poesía de Miguel Hernández en las escuelas del Politécnico.

“En discos tengo dos épocas muy marcadas, entre el 73 y el 85. Grabé un disco con cuatro canciones, porque antes era muy caro hacerlo. Para este disco me ayudaron mi maestro de canto y José de Molina. Trabajé como actor en el cortometraje La tarea pendiente, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. En la segunda época hice un disco en el que viene una recopilación de temas sobre el 68. En 2001, grabé Identidad rebelde, tengo unas 50 canciones.”

Jóvenes, sin ideología

Una de las desgracias de nuestra canción es que alguien agarra una guitarra sin saber tocarla ni cantar, y eso es valioso, pero no se es un cantor. Con José de Molina, Judith Reyes y otros éramos gente de teatro o de otros campos, y de ahí pasamos a la canción de protesta. A muchos jóvenes les falta nivel ideológico, político y musical. No basta ser inconforme en lo social. Creo que soy el último cantor de la generación de los años 70 en la canción política. Unos fallecieron y otros han dejado de cantar.

El recital se llevará a cabo este domingo 24 de noviembre a las 12 horas en el Foro Cultural Coyoacanense, en Allende 36, centro de Coyoacán.