Dirigentes de los trabajadores de Mexicana de Aviación (pilotos, sobrecargos, personal de tierra y empleados de confianza) se reunieron con funcionarios federales para definir las reglas del fideicomiso que fondearía liquidaciones y pensiones de alrededor de 8 mil 500 trabajadores en activo y jubilados.

A tres años y tres meses de la suspensión de operaciones de la que fue la aerolínea bandera del país, el sector laboral ve lejana la posibilidad de que esta compañía vuelva a volar, pese a que desde agosto de 2010 han hecho todo lo que está a su alcance para alentar un proyecto de relanzamiento.

Sin embargo, ahora deben enfocarse a construir alternativas para obtener una liquidación completa, debido a que por lo pronto no hay a la vista un inversionista con proyectos concretos.

La ley indica que ante una situación de suspensión de operaciones y/o quiebra, los trabajadores se convierten en los principales acreedores; es decir, con los recursos obtenidos por la venta de los activos de la empresa se debe pagar, en primera instancia, lo que se adeuda a los trabajadores.

Banjército sería el fiduciario; acordamos vernos de nuevo (en la Secretaría del Trabajo) la semana que entra para dar una lluvia de ideas de cómo se podría generar ese esquema (de operación del Fideicomiso), dijo Ricardo del Valle, dirigente del sindicato de sobrecargos.

Es necesario –comentó– que se piense en la reactivación de Mexicana, aunque si hoy por hoy no hay inversionistas, tenemos qué explorar la otra opción, la creación del fideicomiso.

Las reglas para este mecanismo aún no están claras; el resto de los acreedores han cedido sus deudas (Banorte, Bancomext, Asa, entre otros), en afán de lograr la creación de ese fideicomiso.

Uno de los principales factores a discutir es el futuro del centro de mantenimiento (identificado como MRO), el principal activo de Mexicana, el cual permanece en operación y, a decir de los trabajadores, es muy rentable.

El plan que se tiene es que se rescate al MRO, como generador de ingresos, explicó.