Querétaro, Qro., 23 de noviembre.

Cuarto exportador mundial de chiles, México no se limita a venderlos como producto fresco: el tradicional chile poblano, capeado con huevo, relleno de queso e incluso con caldillo de jitomate, se vende desde hace seis años en Estados Unidos, pero empaquetado y congelado.

Es producido por una pequeña empresa, Agroindustria de Aguascalientes (Agroin), creada en 2003 por cuatro jóvenes profesionistas de ese estado y quienes ahora pretenden exportarlo hacia Europa aprovechando el llamado mercado de la nostalgia, generado por los migrantes mexicanos que añoran los platillos preparados por sus madres y abuelas, dice en entrevista Isidro Mosqueda, responsable comercial y de difusión del negocio, uno de los pocos que participaron en la reciente Expo del 20 Congreso Anual del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce) que se celebró en esta ciudad.

Consumo anual per cápita de 15 kg

La producción nacional de chile, principalmente jalapeño, serrano, habanero, poblano, bell y morrón, asciende a 2 millones de toneladas por año, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura. Se exportan 700 mil toneladas, principalmente de las variedades bell y morrón, por las que el país obtiene divisas por alrededor de 700 millones de dólares.

Pese a que el consumo de chile en México es de 15 kilos al año per cápita, el país no es líder mundial en la producción de chile y tampoco en su exportación, ya que sólo concentra 14.9 por ciento de las ventas globales y es superado por los Países Bajos que tienen 27 por ciento del mercado, España con 19.6 por ciento e Israel con 15.3 por ciento, que fundamentalmente producen bell y morrón.

El chile ocupa el sexto lugar entre los 20 productos agroalimentarios más exportados por México, debajo de la cerveza de malta, jitomate, aguacate, tequila y productos de panadería. En jitomate y aguacate el país sí es el principal exportador al concentrar 25.2 y 44.3 por ciento, respectivamente, del total que se vende en el planeta.

Platillo nutritivo

Agroin se presenta como una empresa dedicada a congelar o asar alimentos orgánicos, pues asegura que no usa transgénicos ni utiliza químicos ni conservadores, como una opción nutritiva y práctica para preparar comida rica. Sus fundadores, jóvenes de tres familias (Arteaga, González Martínez y Brandon), iniciaron con la producción de chile poblano, asado y congelado.

Isidro Mosqueda, responsable comercial de AgroinFoto Susana González

Después, pensando facilitarle la vida a amas de casa y personas que viven solas, dijo Mosqueda, idearon rellenarlo y prepararlo como el típico pero laborioso platillo que se guisa y consume en todo el territorio nacional e incluso en Guatemala.

Lo congelaron a menos de 18 grados centígrados para que se pudiera conservar hasta 12 meses en los anaqueles, antes de sacarse del empaque para consumirse después de calentarse en un horno de microondas.

Empezamos con siete anafres para asar los chiles, pero ahora ya tenemos máquinas donde el asado y pelado es automático, tenemos 170 trabajdores. De ahí pasan a otras áreas donde la gente hace todo manual porque nuestra producción sigue siendo muy artesanal, explica Mosqueda.

Bajo la marca Nutriagro, Agroin inició como proveedor de la tienda La Granja y desde hace nueve años comenzó a venderlo a nivel nacional en cadenas de supermercados, como Soriana, Sam’s Club y Costco.

Tras el éxito alcanzado, el siguiente paso fue la exportación y el chile relleno empaquetado se comercializa a la fecha en Los Angeles, San Diego, Houston y Chicago.

Las exportaciones de Agroin a Estados Unidos han crecido 70 por ciento en seis años, asegura Mosqueda, aunque a la fecha sólo entre dos o tres trailers cruzan la frontera entre ambas naciones llenos de cajas que contienen dos o cuatro chiles rellenos, pero no mensualmente, nos llevamos un poco más de tiempo. La empresa apuesta ahora a exportar a Europa.

Al chile relleno la empresa sumó otros productos como las rajas poblanas o de pimiento asado, tiras de cebolla, granos de elote, nopal asado, tallos de ajo, jitomate, berenjena, tomate verde, cilantro, así como fresas y mangos congelados.

A eso ha llegado el negocio que inició hace una década con jóvenes que aunque profesionistas,aprendieron a mover el soplador para echar aire al anafre para preparar sus primeros chiles rellenos.