Al ritmo de rockabilly miles de muertos vivientes salieron de sus tumbas y partieron de la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, para participar en la séptima edición de Zombie Walk México.

Desde las 13:30 horas en diversas estaciones del Metro y calles aledañas comenzó la afluencia de hombres y mujeres sangrantes, y otros, que se disponían a convertirse en comedores de cerebros y carne humana en las escalinatas y pasillos maquillándose y cortando sus ropas.

Ataviados como médicos, enfermeras, superhéroes, militares, personajes de cómic o policías, gente de todas las edades volvieron de la muerte para marchar por la tolerancia, la no discriminación y la inclusión.

Antes de partir con destino al Ángel de la Independencia, el contingente se animó y bailó con el grupo Edie y los grasosos, mientras curiosos buscaban las mejores caracterizaciones para tomar una fotografía, y quienes no iban preparados para la ocasión, con precios de 30 a 60 pesos podían conseguir verse heridos y sangrando, con ayuda de maquillistas profesionales que estaban en la zona.

Con el lema gemir por la igualdad, arrastrarnos por la tolerancia y morder a la discriminación, en punto de las 15:00 horas, los zombies dejaron la plaza y caminaron hacia Paseo de la Reforma para infectar a todo aquel humano a su paso.

En entrevista, Jesús Rodríguez, mejor conocido como Chumoy Zombie Master, director general de Zombie Walk México, expresó que el año pasado participaron 35 mil personas; sin embargo, ante el cambio de sede –el Monumento de la Revolución– por el plantón que mantienen maestros en el lugar, esperaban la disminución de asistentes en un 30 o 40 por ciento.

De acuerdo con reportes preliminares de la autoridades capitalinas en la concentración que duró hasta poco después de las 17 horas se dieron cita al menos 10 mil personas.

Abanderando una causa social, los participantes aportaron víveres no perecederos que se donarán a la organización Alimento para Todos A.C., a quienes en 2012 tras este evento se obtuvieron 3 mil 735 kilogramos que se entregaron a más de 30 mil personas con carencias de seguridad alimentaria.