En lo que va de este año tres de cada diez universitarios (28.87 por ciento) en todo el país han sido víctimas de algún tipo de violencia y 50.55 por ciento han tenido acceso a alguna droga.

Las poblaciones de varias casas de estudios del país reportaron que las situaciones de riesgo más frecuentes alrededor de sus planteles son: consumo y venta de alcohol y drogas (que incluso se da dentro de las escuelas), robos y asaltos, presencia de pandillerismo, cobro de piso o extorsiones, secuestros, violencia policiaca, homicidios y venta de armas de fuego, entre otros.

Así lo revelan los resultados preliminares de la primera Encuesta Nacional Universitaria, elaborada por la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior (Fuipes) y por la Asociación Nacional de Consejos de Participación Ciudadana.

La investigación se aplicó a una muestra de mil 500 estudiantes, catedráticos, investigadores y directivos de 80 universidades públicas y privadas y se levantó del 30 de octubre al 10 de noviembre de este año. Se pretende ampliar a 300 instituciones.

Al dar a conocer las primeras conclusiones, Arturo Marttiello Canales, presidente de Fuipes, señaló en conferencia de prensa que las drogas a las que más fácil acceso tienen los universitarios son alcohol, mariguana, cocaína, metanfetaminas y heroína.

Durante los primeros 10 meses de este año, 23.9 por ciento de los encuestados señalaron haber sido víctimas o tener conocimiento de algún delito y 77.62 por ciento reportó conocer a alguien que consume regularmente alguna droga.

Los delitos más frecuentes durante 2013 son robo en todas sus modalidades, extorsión, amenazas, secuestro, clonación de tarjetas bancarias y violaciones sexuales. La calle, la casa, lugares públicos, negocios, transporte público y las escuelas son los sitios donde más suceden esos ilícitos.

La encuesta asienta que 53.21 por ciento de los universitarios que fueron víctimas de la delincuencia no lo denunciaron por miedo a que exista colusión entre autoridades y criminales y haya represalias, por desconfianza en las autoridades y por desinterés o apatía

Mattiello Canales subrayó que la inseguridad pública no es el principal conflicto, sino que se trata de una consecuencia del verdadero problema que es la falta de crecimiento económico en el país, lo que genera violencia y delincuencia ante la pérdida de empleos y oportunidades.

Destacó que los estados considerados como más riesgosos, con base en los resultados de la encuesta, son Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Michoacán, Guerrero, Morelos, Coahuila, Quintana Roo y el estado de México. En tanto que los de menos riesgo son Yucatán, Chiapas, Querétaro y Nayarit.

La violencia e inseguridad son problemáticas para los que la respuesta debe ser multifactorial; además, las autoridades deben escuchar la opinión de la ciudadanía. Por ello, lamentó que mientras el discurso del gobierno federal es el de destacar la importancia de la participación ciudadana, en el programa de gobierno ‘‘no está considerada. El ejemplo es que en el Plan Nacional de Desarrollo la participación ciudadana se menciona no más de diez ocasiones, en tanto que la del gobierno en no menos de 166’’.

Entre las instituciones en las que se aplicó la encuesta se encuentran las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Veracruzana, Benemérita Autónoma de Puebla, Instituto Politécnico Nacional, Tecnológico de Monterrey y La Salle.