l inquilino de Los Pinos le dio por utilizar analogías campiranas en su intento por disimular (algo por demás imposible) el escuálido arranque sexenal y la sostenida caída económica, con todas las derivaciones que ella implica. Ayer en Hidalgo aseguró que su primer año en la residencia oficial ha sido de sembrar para cosechar, sembrar para que México pueda lograr mayor crecimiento, y cosechar en los años que están por venir. El problema es que si las semillas son de mala calidad, y peor el fertilizante, entonces no habrá mucho que esperar a la hora de la cosecha.

Pero en otras latitudes eso de las analogías campiranas les vale un soberano cacahuate, y ayer mismo –mientras el susodicho pregonaba aquello de la siembra y la cosecha– la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el siempre alegre José Angel Gurría en la secretaría general, se sumó al carrusel de recortes a la perspectiva de crecimiento en México, y la alineó con la divulgada por el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones, nacionales y foráneas, es decir, que si bien va, en 2013 –el año de la siembra– tal crecimiento no pasará de 1.2 por ciento (en mayo pasado estimó 3.4 por ciento), de tal suerte que no habrá mucho que cosechar.

Enrique Peña Nieto dice que sembró para un futuro venturoso (el cual, dicho sea de paso, prometieron, e incumplieron, sus cinco antecesores en Los Pinos), pero sin duda ha sido una de las siembras más caras de los últimos tiempos. Y en este contexto, mañana jueves el Inegi divulgará las cifras oficiales sobre el comportamiento económico en el tercer trimestre de 2013, que no se prevén nada alentadoras, mientras la OCDE advierte sobre la persistencia de riesgos sustanciales para el crecimiento mexicano, pues la proyectada recuperación podría atrasarse (léase si fracasa la intentona privatizadora del petróleo).

En otras áreas coinciden con aquello de que la siembra peñanietista ha resultado más que onerosa, y le ponen números al asunto. En su más reciente reporte sobre la realidad económica nacional, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados retoma la información del Inegi, en el sentido de que la economía mexicana se encuentra en fase de recesión, aunque se anticipa entre en expansión. En agosto de 2013 el indicador coincidente registró 99.92 puntos, colocándose en fase de recesión por cuarta vez consecutiva y reportó una disminución mensual de 0.02 puntos. Por su parte, el indicador adelantado se colocó en la fase de expansión al ubicarse en 100.02 puntos y aumentar 0.04 puntos.

Adicionalmente, el Inegi divulgó los resultados de la encuesta mensual de opinión empresarial: en octubre de 2013 el indicador agregado de tendencia reportó 51.5 puntos, dato menor en 0.5 puntos al de septiembre; el indicador de pedidos manufactureros disminuyó 0.27 puntos; el indicador de confianza del productor fue inferior en un punto al mes previo y el índice de confianza del consumidor se deterioró al pasar de un incremento de 4.79 por ciento en octubre de 2012 a una caída de 3.97 por ciento en el mismo mes de 2013.

A su vez, la más reciente Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía, levantada por el Banco de México, el sector privado anticipa una pérdida de dinamismo de la actividad económica nacional, pronostica que el crecimiento del PIB no pasará de 1.24 por ciento en 2013, y aunque para 2014 prevé un repunte de 3.41 por ciento, dicha tasa es inferior a la estimación de septiembre. De hecho, apunta el CEFP, todas las tasas reflejan una menor dinámica económica a la que se observó en 2010, 2011 y 2012.

En más de lo mismo, la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial del Inegi, correspondiente a octubre, revela que, con base en cifras desestacionalizadas, las expectativas de los empresarios respecto al mes anterior fueron desfavorables en los indicadores concernientes a: utilización de planta y equipo, demanda nacional de productos, inversión en planta y equipo e inventarios de productos terminados. En cambio, aumentaron las de producción, exportaciones y personal ocupado (un avance raquítico en este último renglón). Así, el indicador agregado de tendencia reportó una caída de dos puntos con respecto a octubre de 2012.

El indicador de confianza del productor se redujo un punto (todos sus componentes registraron descensos), mientras el índice de confianza del consumidor se derrumbó, al pasar de un incremento de 4.79 por ciento en octubre de 2012 a una caída de 3.97 por ciento en el mismo mes del presente año. El deterioro de la confianza del consumidor refleja la holgura existente en el mercado laboral derivada de la menor generación de empleos formales, del ritmo de aumento en los salarios y del nivel de la tasa de desocupación anual. Por otro lado, aunque las remesas familiares aumentaron en septiembre, aún se ubican por debajo de su nivel observado en 2011.

Y de cereza, en agosto pasado la inversión fija bruta total reportó una baja anual de 5.41 por ciento, su cuarta caída consecutiva, que contrasta con el incremento de 6.07 por ciento que registró en el mismo mes del año pasado. Además, el valor de su índice se situó por abajo de su máximo histórico observado en octubre de 2012, presentando una pérdida acumulada de 10.29 por ciento con respecto a dicha fecha. “Este desempeño –apunta el CEFP– incide adversamente en los fundamentos económicos internos del país por la menor dinámica en uno de sus pilares. El contexto anterior se explica, principalmente, por el deterioro de la inversión en construcción, en agosto se redujo 5.69 por ciento (un año atrás se incrementó 3.10 por ciento). Destaca que la construcción residencial disminuyó 4.22 por ciento, cifra por debajo del incremento de 1.24 que tuvo un año atrás; mientras que la parte no residencial se contrajo 6.76 por ciento en el octavo mes del presente año (4.50 en agosto de 2012)”.

El anterior, pues, sería parte del costo de la siembra, mientras la cosecha tiene color negro (petrolero).

Las rebanadas del pastel

Ya ni la burla perdonan: por el arco del triunfo se pasaron sus principios; hace más de dos décadas que ni en el discurso es mencionada; sus héroes sólo sirven para ponerle nombre a las calles, y ya de plano ni desfile le organizan, pero eso sí, utilizan a la Revolución Mexicana como pretexto para tener día feriado y armar un largo puente vacacional.

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