El crecimiento de las clases medias, la participación de nuevos jugadores en el mercado de servicios financieros como empresas de telefonías y cadenas de autoservicio, así como el desarrollo de tecnologías, configuran un momento muy favorable para que se expanda la inclusión financiera en México, pero es necesario que el proceso de bancarización se realice primero por la vía del débito y no a través del crédito, advirtió el director general de Banamex, Ernesto Torres Cantú.  

Durante su participación en el sexto encuentro de educación financiera organizado por dicho banco, el directivo explicó que las instituciones crediticias deben ser muy responsables a la hora de ofrecer financiamiento, ya que hacerlo a la ligera puede enfrentar a los usuarios jóvenes a problemas de impago y a su inclusión en el Buró de Crédito, lo que a la larga podría representar dificultades mayores cuando busquen hacerse de un patrimonio.

Sostuvo que bancarizar (es decir, ofrecer servicios de la banca a quienes no los ha utilizado) por la vía del crédito a personas que no tienen historial y de las cuales no se sabe su ingreso, es muy fácil y puede representar un buen negocio para el banco mediante el cobro de una comisión que cubra el riesgo de impago.

Irresponsabilidad al otorgar la primera tarjeta de crédito

Sin embargo, si el usuario no puede pagar su deuda y se envía al Buró de Crédito, cuando esa persona se case, tenga un crédito y quiera comprar una casa le vamos a decir que no podemos prestarle dinero porque está en el buró y lo que va a suceder es que no tendrá acceso a cubrir una verdadera necesidad porque en el otorgamiento de la primera tarjeta de crédito hubo alguien irresponsable que se la dio.

En cambio, señaló que si se bancariza por débito, es decir, en cuentas de captación normales, una vez que el banco ve los depósitos de la persona y sabe que cada mes paga, le puede aprobar una tarjeta de crédito en función de ese historial.

Javier Arrigunaga, director general de Grupo Financiero Banamex, destacó entre los desafíos para llegar a una mayor inclusión financiera se encuentra la necesidad de innovar más en la oferta educativa y en las metodologías para ampliar la cobertura y atender a grupos excluidos; profundizar las acciones encaminadas a fortalecer el desarrollo de mayores competencias y aportar más a la investigación para entender mejor las necesidades financieras de la población.