Considera el caso como punto central en la negociación de la reforma política
Se ha desnaturalizado
la finalidad del método en las diversas campañas de los partidos, dice
Lunes 18 de noviembre de 2013, p. 13
Los cambios que requieren los procesos electorales en materia de fiscalización de las campañas políticas deberán impedir que haya ficciones contables de los partidos y coaliciones, para evitar el rebase de topes a cambio de un prorrateo que sólo esconde el verdadero gasto, considera el Partido de la Revolución Democrática, que cuestiona las deficiencias en la materia detectadas por el Instituto Federal Electoral (IFE) en las pasadas elecciones.
De igual forma plantean modificaciones sustanciales sobre la actuación de la Unidad de Fiscalización para resolver las quejas presentadas a lo largo de la contienda vinculada con el manejo de recursos, pues en el proceso pasado quedó en duda la honradez, eficiencia e imparcialidad
de esa instancia, como lo prueban las inconsistencias en materia de monitoreo de espectaculares y el saldo final del caso Monex, donde se permitió al PRI hacer un control de daños respecto de lo originalmente detectado.
En sus referencias sobre el libro blanco elaborado por el IFE, donde se incluyen los planteamientos partidistas y que han sido retomados en las negociaciones de la reforma electoral, el PRD considera que uno de los puntos centrales a revisar es el criterio de prorrateo de gastos genéricos. Está claro que hay un intento de partidos y candidatos por desprenderse de la adjudicación y distribución de estos gastos, que eventualmente pueden provocar rebase de topes de gastos.
Los criterios de prorrateo que fueron aceptados han terminado por desnaturalizar
la finalidad del prorrateo de los gastos de los partidos entre sus diversas campañas políticas y alterado la proporcionalidad que lo deben caracterizar.
“Se pretende hacer creer que los partidos o coaliciones de manera arbitraria o bajo el eufemismo de decisión libre puedan por una ficción establecer porcentajes de distribución o prorrateo más allá de los gastos genéricos y sin guardar proporción alguna, obviando la manera y magnitud en la que se vean beneficiadas determinadas candidaturas.
En buena parte, este esquema es el que conduce a una ficción contable que, en principio, es superable con las funciones y propósitos de la auditoría y la aplicación de las reglas vigentes.
Para el PRD no existe regulación de las coaliciones parciales que permitan ficciones contables; las disposiciones legales, reglamentarias y los principios aplicables a los procesos electorales,como el de equidad, a partir de los cuales deben interpretarse las normas que regulan las elecciones, de manera expresa prohíben que se compartan o facturen gastos entre candidaturas de una coalición parcial con otras de los partidos que las forman
.
No obstante, para que ello funcione, los criterios aplicados por la autoridad no deben favorecer a una de las coaliciones o contendientes, como ocurrió en el proceso pasado, cuando la Unidad de Fiscalización aplicó esquemas que permitieron a Compromiso por México tener 30 por ciento más del umbral del gasto que tuvieron los otros contendientes.