Wellington, 17 de noviembre.

Independientemente de si continúa en el banquillo de la selección nacional, Miguel Piojo Herrera, casi con el boleto en la mano, alertó: Hay mucho que trabajar para no ir de comparsa a un Mundial, por lo que México deberá aprovechar al máximo el tiempo que reste rumbo a la cita de Brasil 2014.

El técnico admitió que conseguir el boleto a la Copa del Mundo –lo que se concretaría el miércoles– no es algo de lo que el balompié mexicano pueda vanagloriarse. Ir a través de una repesca no es para presumir ni celebrar; no obstante, aceptó que está ilusionado por mantenerse en el timón del Tri mayor y hacer un trabajo sobresaliente.

No será suficiente con decir: ya tenemos el boleto, ya cumplimos. Se debe trabajar mucho para hacer algo importante, algo digno de nuestro futbol, que para mí tiene una de las mejores ligas del mundo, aunque hasta ahora no se ha podido reflejar en un Mundial, comentó.

“Creo que no es el momento de festejar, de gritar que ‘nos vamos al Mundial’. Hay que estar ecuánimes, conscientes. Obviamente los chavos van a sentir esa delicia de haber conseguido el objetivo. Nos va a dar gusto verlos contentos, porque lo merecen, pero tampoco es echar las campanas al vuelo y hacer fiesta porque no es la forma como México tenía que haber clasificado”, expuso.

Hay quienes tachan a Miguel Herrera de ser demasiado exhibicionistaFoto Jam Media

El Piojo sabe que su futuro depende de la junta de dueños programada para el 2 de diciembre. Ahora espera redondear la conquista del pase a Brasil, y este logro deportivo me va a llevar a poder sentarme a platicar de lo que sigue, manifestó.

Será cuando negocie su permanencia hasta Rusia 2018. Prometió: “Me voy a entregar como lo he hecho en todos lados, para hacer un Mundial diferente que lleve a que ellos solitos (los dueños de clubes) me digan: ‘vas a seguir’”.

Herrera, como declaró el sábado, ya habló con algunos de los jugadores que militan en Europa, como Javier Hernández, Héctor Moreno, Javier Aquino, Diego Reyes y Héctor Herrera, a quienes explicó los motivos de su marginación de la repesca.

A Carlos Vela ni siquiera intentó contactarlo, porque a través de sus negativas me parecía que no era el momento; no le tenía que dar ninguna explicación... Ya me platicaron cómo han sido las circunstancias. Es muy extraño, pero cada quien tiene su idea y hay que respetarla, concluyó.