En la negociación sobre los cambios a la línea política del PRD, el grupo predominante, Nueva Izquierda (NI), advirtió sobre la posibilidad de que en 2015 la izquierda sufra una caída electoral ante el surgimiento de diferentes opciones de esa corriente ideológica, como la posible participación de Morena como partido político.

De acuerdo con uno de los documentos que recoge resultados de las negociaciones entre las diferentes expresiones perredistas, el grupo al que pertenece el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, reconoció que la caída de votos en las elecciones intermedias será porque estos se diluirán en las diferentes opciones que se presenten de la izquierda, lo que no garantiza triunfos distritales, delegaciones y/o municipales.

Aunque admitió que la transformación de Morena en partido no nos hace necesariamente antagónicos en el acontecer político nacional, es claro que por impedimento legal y porque buscará afianzarse como una fuerza política por sí misma será un competidor y no un aliado, quedó asentado en el texto ventilado a una semana del congreso nacional del partido, donde se modificarán sus documentos básicos, además de la línea política, estatutos, programa y principios.

La NI planteó, sin embargo, que el PRD debe relacionarse con la agrupación encabezada por Andrés Manuel López Obrador de forma estratégica, buscando alianzas tácticas en lugares donde éste llegue a tener presencia significativa. La relación con el nuevo partido no deberá generar tensiones innecesarias, a fin de evitar un desgaste en la opinión pública y efectos negativos en la identidad partidista de toda la izquierda.

En el texto se diferenció que la mesa de negociación resaltó, en su mayoría, que para López Obrador, para Morena y para el PRD los contrincantes son otros y están ubicados en la oligarquía económica, en las derechas de PRI, PAN y otras formaciones partidistas, así como en otros sectores reaccionarios y conservadores.

Consideramos que aun trabajando en diferentes organizaciones tenemos muchas coincidencias que debemos localizar claramente, para que en determinadas circunstancias podamos actuar juntos, procurando alcanzar objetivos que son comunes en beneficio del país y de la gente.

Con López Obrador compartimos un electorado, resaltó la mesa. “En los próximos años será responsabilidad de todos cuidar que la natural competencia que se establezca se realice con reglas que privilegien la meta de llegar unificados a la nueva disputa por la nación en 2018.

Ello implica crear un ambiente en que se respeten las diferencias a partir del debate y se busquen prioritariamente las coincidencias, así como el trato respetuoso entre los distintos candidatos. Es necesario rechazar aquellas prácticas que puedan desembocar en el deterioro de la imagen pública de los partidos o candidatos. De este modo combatiremos la imagen de dispersión que el régimen ha cultivado para disminuir nuestra presencia electoral.