Puebla, Pue. 16 de noviembre.

El Festival Internacional del Teatro Héctor Azar 2013 se inauguró en el cielo poblano con explosiones y destellos que iluminaron la Catedral. La compañía canadiense Circus Orange fue la encargada de abrir las actividades que culminarán el 26 de noviembre.

Un vuelo de cuerpos fantasmales enfundados en blanco que ejecutaron danzas aéreas esparció el fuego por el atrio del templo, tesoro novohispano. Delicada música de piano se esparció y por momentos dramáticas cuerdas acrecentaron la intensidad rítmica entre los actos del llamado Circus Spectacle.

Participan 16 países

En la edición de este año del festival se ofrecerán 110 actividades gratuitas, con artistas procedentes de 16 países, como Alemania, Argentina, Australia, Francia, Grecia e Italia, entre otros. Espectáculos de calle y circo contem- poráneo, producciones dramatúrgicas contemporáneas, escenifi- caciones de teatro clásico, musicales, conferencias y talleres son parte de la amplia oferta cultural en esta ciudad.

Durante la clausura del festival el día 26 en el Teatro Principal se hará entrega del Premio al Mérito Escénico Héctor Azar 2013 a los actores Silvia Pinal, Ignacio López Tarso, el director Francisco Franco, la productora Tina Galindo, el dramaturgo Miguel Sabido y al productor Luis Gimeno.

Anoche, el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde de la ciudad de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, presidieron una ceremonia para inaugurar de manera oficial el festival de teatro que rinde homenaje al Héctor Azar (1930-2000), dramaturgo y promotor cultural originario de Atlixco. Fundador de la Compañía Estatal de Teatro, la orquesta sinfónica del estado, los museos de Arte Virreinal y Arte Moderno, además del festival Palafoxiano, es recordado con su mayor arte legado: el teatro.

Una batucada encabezada por el Cirko Demente partió la noche del viernes de la Plaza de la Democracia e indicó el camino hacia el arranque del festival en el corazón del centro histórico de Puebla, donde se encuentran esparcidas la mayoría de las 22 sedes que hospedarán las funciones gratuitas. El sonido de los tambores lanzó el llamado hacia el circo de fuego de los quebequenses Circus Orange hasta el atrio de catedral.

Una grúa monumental, que desde temprana hora despertó curiosidad, fue el punto central de un escenario vertical que permitía a los bailarines, malabaristas y actores surcar los aires con sus cuerpos multiformes e instrumentos llameantes que llovían en chispas de fuego.

Originaria de Quebec, Canadá, Circus Orange llegó con el título de performance explosivo en su carta de presentación. Un espectáculo híbrido de pirotécnica, efectos especiales, acrobacias y danza en cuerdas.

La explanada de la catedral lució repleta de público expectante que a pesar del frío acudió a presenciar el inicio de un festival que es tradición. Las rejas que rodean el edificio colonial coronadas por ángeles en vuelo también recibían a espectadores que observaban prendados firmemente.

El arte de la pirotecnia emanó desde la explanada para florecer en el aire con miles de luces que iluminaban el cielo y desaparecían mientras las figuras continuaban su danza. La fachada de la catedral también bailo entre las sombras de colores que se dispersaron en el aire.

Al final, el público se desbordaba complacido, siguiendo las rejas hacia la plaza principal del Centro Histórico de Puebla, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Con la sábana del programa extendido ya planeaban cuál espectáculo verían al día siguiente: podría ser el de sombras de Praga o regresar por la noche a la catedral para ver ahora El sueño de Herbert, de la francesa Compagnie des Quidams con Inko’Nito. Las opciones y días sobran, la fiesta del teatro en Puebla apenas inicia.