Expertos mexicanos dicen no haber sido consultados
Viernes 15 de noviembre de 2013, p. 5
Especialistas en telecomunicaciones señalaron que países de la Unión Europea se han negado a firmar acuerdos similares al de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), porque no está claro el tratamiento que se pretende dar a Internet, la actuación de los prestadores de servicios (PSI) y esas naciones han sido más conscientes de las afectaciones a los usuarios.
A pesar de que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, asegura que se ha hecho una amplia consulta sobre el tema, los expertos dijeron que no han sido convocados. Aseguraron que no se puede pretender que sean los proveedores del servicio los que actúen como policías de la red, porque es una función del gobierno, que además conlleva un serio riesgo de violación al derecho a la privacidad y que catalogaría a los internautas como delincuentes. ‘‘Todos seremos violadores’’.
Alertaron que es inadmisible que en un país como México, donde menos de la mitad de la población tiene acceso a Internet, se pretenda hacer una desconexión de ciudadanos digitales y con ello se entorpezca el desarrollo económico del país.
El director del Departamento de Comunicación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Fernando Gutiérrez, dijo que es legítimo el interés por defender los derechos de los autores, pero las forma en que se plantea en el capítulo de propiedad intelectual del TPP no es la correcta, como tampoco lo fue en el Acuerdo Comercial contra la Falsificación (ACTA), su antecedente más próximo, firmado por la diplomacia mexicana a pesar de que en el país había muchos sectores que se manifestaron en contra, por lo que está detenido en el Senado.
El académico dijo que las negociaciones en el Acuerdo de Asociación Transpacífico son ‘‘otra posibilidad que están buscando las sociedades de gestión colectiva de autores, compositores y representantes de derechos conexos para proteger su material o para tener algún beneficio de lo que sucede en este entorno digital, que es muy provechoso’’.
Advirtió que en donde se ha tratado de imponer que sean los proveedores de servicios de Internet, los PSI, los que vigilen los contenidos, no ha funcionado porque representa un serio riesgo a la privacidad. En el caso de México, puntualizó, los propios operadores le han expresado al gobierno que no están dispuestos a hacer las cuantiosas inversiones necesarias para instalar equipos de detección de material que viole derechos de autor.
Fernando Gutiérrez dijo que países como Francia y Alemania, entre otros, se han negado a firmar ese tipo de acuerdos porque han sido más conscientes de los impactos colaterales. Destacó que en México ya hay mecanismos de protección a los derechos de autor cuya obra se usa en hoteles, discotecas o restaurantes.
El director de la consultoría The Competitive Intelligence Unit (The-CIU), Ernesto Piedras, dijo por su parte que él no ha sido convocado a las consultas sobre propiedad intelectual en el Acuerdo de Asociación Transpacífico, ni como consultor o académico o como especialista en derechos de autor. ‘‘Se está negociando en un escenario oscurantista’’.
Dijo que sin duda es necesario proteger los derechos de los autores que han dejado de ser representados por las sociedades de gestión colectiva. Aseguró que los derechos de autor se correlacionan con el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad, pero su defensa de ninguna forma justifica ‘‘la desconexión de un ciudadano digital ni la invasión de la privacidad, que es un derecho irrenunciable’’.
Advirtió que se trata de una negociación muy compleja en la que debe haber equilibrio para defender los derechos de propiedad intelectual; hay que asegurar que todos los mexicanos estén conectados y que haya equidad digital, garantizar la privacidad y que los ciudadanos no sean tratados como delincuentes.
‘‘Si yo soy un autor y decido enviar por correo electrónico mis libros como regalo o como venta a alguien, los sistemas de detección me van a ubicar a mí y al destinatario como delincuentes, además de que los proveedores de servicios de Internet estarán violando nuestra privacidad y todos seremos acusados como violadores’’ de derechos de propiedad intelectual.
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