l espíritu de visión y cambio se volvió a expresar en Vancouver durante una excelente reunión de análisis y discusión sobre la situación actual de México, las perspectivas para la industria minera, metalúrgica y siderúrgica y el crecimiento futuro nacional. Éste, se señaló, debe ser con base en la coordinación de esfuerzos, la eficiencia en las operaciones y la voluntad expresa entre los factores de la producción para incrementar la productividad en todos los niveles.
Es increíble que después de más de siete años de agresión y persecución política en contra del Sindicato Nacional de Mineros y de sus líderes, la organización permanezca sólida, unida, creciendo, transformándose y con unas expectativas para el desarrollo y el bienestar que mucho ayudarían a México para eficientar y humanizar la actividad económica y para abrir nuevas y mejores oportunidades que este notable ejemplo traiga para todos.
En la reunión de Vancouver entre dirigentes destacados de más de 40 empresas de este sector fundamental de la industria nacional, y los líderes del Sindicato Nacional de Mineros, se reiteró una vez más para aquellos que no han querido escuchar, proponer y menos participar, que quedarán marginados en los anales de la historia como las mentalidades más retrógradas y conservadoras que quisieran que México y sus trabajadores regresaran a los niveles de explotación y de injusticia de los siglos 18 y 19, en una especie de esclavismo disfrazado.
Las tres o cuatro empresas que viven y crecen en viejos modelos de abusos, sometimiento y avaricia, como Grupo México, Grupo Peñoles, Grupo Acerero del Norte y Villacero pasarán al basurero de la sociedad con una imagen totalmente deteriorada y devaluada, de ambición insensible y desmedida, que será la medida de su propio derrumbe y ruina como seres despreciables que habitaron en este mundo.
En cambio, las grandes empresas nacionales y extranjeras que asistieron voluntariamente a este evento, obtuvieron el reconocimiento y la distinción por sus aportaciones al proceso continuo de cambio y de contribución al desarrollo industrial del país, basadas en la equidad, la productividad, la colaboración y el respeto recíproco. Justo es mencionar a algunas en este caso, como DeAcero, Compañía Occidental Mexicana, Fertinal, Arcelor Mittal –el mayor productor privado de acero del mundo–, Gold Corp, Bombardier Transportation, Endeavour Silver, First Majestic, Primero Compañía Minera y muchas más. Las propuestas y acuerdos derivados de esta reunión, celebrada a iniciativa del Sindicato Minero, son un ejemplo y un paso muy importante para establecer un nuevo modelo de prosperidad compartida que beneficie a ambas partes, trabajadores y empresas, a la industria y al país en general.
Aquellas cuatro empresas que ejercen la explotación irracional, sin sensibilidad, en injusticia, con arrogancia y prepotencia desmedidas, son las mismas que han amenazado y chantajeado de irse del país y llevarse sus inversiones a otro lado si les aplicaban los nuevos impuestos a la minería. Ya se aprobaron las nuevas medidas fiscales y no se han ido, ni se ve que vayan a hacerlo. El arrepentimiento
de estos empresarios tiene que ver con dos cosas fundamentales: Uno. No se pueden llevar la tierra ni los minerales del subsuelo que pertenecen a los mexicanos, a la nación y que ellos explotan con base en concesiones, sin importarles el futuro de México. Dos, no van a encontrar otro lugar mejor para invertir que les dé tantas utilidades, privilegios e influencia en el poder político, del cual han abusado durante los recientes 20 años por lo menos, desde las privatizaciones salinistas mismas.
Así es que, mexicanos, estén tranquilos, que los más ricos no se van a ir. Su extorsión e intimidación es para impresionar a políticos inexpertos, ampulosos o cómplices, sin fuerza política alguna. El pueblo mexicano resiste y ha resistido estos embates, chantajes y amenazas en otras etapas de la historia y el fracaso de individuos similares ha sido evidente. México es más, mucho más grande que esos personajes que han hecho una vida indigna sobre las espaldas de los trabajadores y de los mexicanos a los cuales desprecian.
Su arrepentimiento va junto con su descaro y cinismo, así como el de sus colaboradores o cómplices de los bufetes de abogados mercenarios a su servicio y de los sujetos que conducen o escriben en los medios sin escrúpulos y sólo lo hacen en servilismo y corrupción, como los Pedro Ferriz de Con, Darío Celis, Alberto Barranco Chavarría y muchos más que denigran la profesión del periodismo y que su actuar, sarcasmos y manera de escribir reflejan su nula calidad moral y que hoy, pero mañana más, serán olvidados y enterrados en el más indignante olvido.
Benito Juárez decía que hay abogados sin título y títulos sin abogado. Lo mismo sucede con el periodismo falso que es una vergüenza y que sólo se utiliza irresponsablemente para servir a intereses oscuros que lo mismo chantajean a México que atacan a los políticos del más alto nivel.