“En mi nuevo disco, Vivir muriendo, hago un homenaje a la vida, aunque hablo de la muerte de varias formas en 13 canciones”, expresó la cabaretera intelectual Astrid Hadad, quien presentará dicha producción en un concierto que se realizará en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el viernes 15 de noviembre.

Vivir muriendo es, precisó, un excelente pretexto para celebrar a la muerte cantándole. En el escenario del foro de Donceles, Astrid ofrecerá un espectáculo integral, con música, irreverencia, sátira y diversos vestidos, de los cuales estrenará cinco, que caracterizan su propuesta artística.

Hadad lleva más de 10 años presentando un espectáculo dedicado al Día de Muertos y en esta nueva versión incluye canciones inéditas como Décimas a la muerte, de Rafael Mendoza; Guendanabani, un poema canción del Itsmo; A mí me mató la vida, de Fernando Rivera Calderón, y Rascayú, ovni musical, una improvisación libre de Astrid acerca de una composición censurada en España durante el franquismo.

Mientras caminan por el otro mundo

En México, la muerte no es la imagen sombría de guadaña y velo; es la fiesta, el color, el sabor y el olor. Es comprender que sin muerte no hay vida; compartir con los que se fueron el gusto de vivir, y recordarlos mientras caminan por el otro mundo.

La Dadora de placer o Reina de heavy nopal añadió que otras canciones que componen el disco son La muerte chiquita, de E. Rangel; El enterrador, de Luis Romero; La cama de piedra, de Cuco Sánchez; No vale nada la vida, de José Alfredo Jiménez, y Cerró sus ojitos Cleto, de Chava Flores.

Con este espectáculo podrán disfrutar, a través de vestuario nuevo, en vivo y con efectos especiales, muy a la mexicana, además de todo el color, la emoción, el humor y la música viva para cantarle a la muerte

En el Teatro de la Ciudad estará acompañada de sus inseparables músicos Los Tarzanes.

Cada año, dijo, va cambiando su espectáculo sobre los muertos. “De algunas canciones, el público me preguntaba que cuándo las grababa, como El enterrador, un bambuco colombiano, muy bello y triste porque habla de la muerte de una niña, de los angelitos.

“Lo que pasó es que fui encontrando otras canciones, como la de Rafael Mendoza, Décimas a la muerte, que la puse en ranchero; otra es la de Fernando Rivera Calderón, A mí me mató la vida; Rascayú, que fue prohibida en los días de paranoia del franquismo, cuando censuraban todo lo que les parecía un ataque a Franco. El tema acabó siendo un himno del movimiento gay. Yo le cambié una parte. ¡Hice una locura! Le pusimos ovni musical, porque es una canción bastante loca. Hay dos temas de Chava Flores, que son Cerró sus ojitos Cleto y Dos horas de balazos. Hay corridos muy modernos.

Astrid Hadad estará acompañada de Los TarzanesFoto Fernando Trejo

Estoy muy contenta por como nos quedó, con la dirección de Ricardo Martín. El día del concierto me van a acompañar seis músicos.

El cedé, precisó, se había quedado atorado durante mucho tiempo... no lo acababa. “Siempre venía otro proyecto y me decía que ya no lo iba a hacer, porque cuando dejas los proyectos después cuesta mucho retomarlos. Ahora bien, por pérdidas que he tenido (la muerte de su mamá) me sirvió de terapia.

Me dije que no quería ver a la muerte con pena, ni con lástima, sino que iba a sacar eso que siempre me ha salvado: el humor, y empecé a tomar canciones y a improvisar sobre ellas, hasta que quedaron como las quería. Fue una cosa curativa y divertida.

Es su disco número ocho y tardó tres años en hacerlo. Lo primero es tener el dinero, porque a la gente hay que pagarle.

–En la pieza de Chava Flores sobre Cleto, lo feo es que la viuda pierda el cuerpo en la baraja, ¿no?

–Ya cuando te mueres qué importa. Partimos cuando nacemos, compramos cuando vivimos y ahorramos cuando morimos, así que Cleto murió en el momento exacto para no pagar sus deudas. Dejó al banco con todas sus deudas.

A mi madre y Beba Pecanins

Aceptó que el humor es algo que sana. “Murió mi mamá y este hecho me impulsó a acabarlo. Fue como un pinchazo. El disco también se lo dedico a Beba Pecanins, que se fue, y yo se la debía. Era como mi hermana. Trabajé mes y medio y eso fue como un proceso curativo.

“Quiero hablar de la muerte desde otro punto de vista, sobre todo en estos días en que se le está metiendo mucho miedo a la gente. El miedo no es bueno y hay que acabar con eso. Todo el día estamos con angustia y quiero despojar a la muerte con humor. Los mexicanos festejamos a la muerte con el sabor, con el color, con luces, y eso no lo tenemos que perder.

La muerte es un proceso de transformación necesario, como la veían los aztecas, para los que sin vida no hay muerte. Muerte es vida. Nos quieren meter miedo para paralizarnos, para que le temamos al cambio. Si aceptamos la muerte con humor, tendremos fuerza para seguir protestando.

El espectáculo comenzará a las 20:30 horas, en el Teatro de la Ciudad, ubicado en Donceles 36, Centro Histórico.