Si bien los clavados de México se han convertido en un rival a vencer en todas las latitudes donde compiten, en breve podrían consolidarse como una potencia mundial con el aprendizaje que obtengan durante su estancia en Australia, estimó el entrenador Jorge Carreón, quien será uno de los asistentes a la concentración que comenzará a finales de mes.

“Será beneficioso el viaje en muchos sentidos. Los muchachos podrán competir con los australianos –que son también de los más fuertes del mundo–, seguramente aprenderán a mejorar su técnica y se someterán a estudios muy especializados” gracias a la tecnología de punta con la que trabajan los locales en todos los deportes.

En el caso de la entrenadores, tampoco habrá desperdicio, ya que el mexicano Salvador Sobrino –radicado desde hace dos décadas en aquel país– “está dispuesto a compartir no los secretos, que no los hay, sino la forma en la que trabajan y que, apoyados por la ciencia deportiva, es lo que los ha hecho exitosos.

El preparador expuso que será “la primera ocasión en la que clavadistas y entrenadores tendrán este tipo de concentración para prepararse, competir y darse cuenta de los resultados que podrán obtener no en ese breve periodo –regresarán el 16 de diciembre–, sino en las siguiente competencias, con un estilo más acabado y lo que puedan cambiar para mejorar.

Consideró que en el aspecto mental el progreso también será significativo, toda vez que preparadores y los competidores convivirán durante dos semanas, en la que seguramente afianzará esa confianza que ya viven, porque los clavados han cambiado mucho, ya no hay celos entre ellos.

En el caso de la dupla de trampolín Yahel Castillo-Daniel Islas, en enero vendrá al DF el refuerzo Kevin Chávez –quien se entrena en Guadalajara–, con la idea de mejorar el trabajo, que ahora será un trío y el objetivo de que siempre haya un suplente de la pareja que compita.