Guatemala

Resistencia de las mujeres
a reformas y megaproyectos

El pensamiento y el activismo de Gladys Tzul no deja lugar a dudas. Es una guerrera. Originaria de Paquí, uno de los 48 cantones de Totonicapán, Guatemala, Gladys Tzul forma parte de diversos colectivos; uno de ellos es “Con Voz Propia”, conformado por mujeres fotógrafas indígenas, y otro es “Comunidad de estudios mayas”, integrado por antropólogos e histo­riadores, que están (re) escribiendo una historia de Guatemala.

Gladys y su hermana Jovita están siendo amenazadas de muerte. El pasado 28 de octubre hasta su comunidad llegaron los rumores de que una de las dos había sido asesinada. Su papá, don Delfino, empezó a recibir pésames, la visita de gente llorando, flores para la “difunta”. El clima de miedo que pretenden instalar las élites locales para frenar la defen­sa del territorio se había echado a andar, en una región fortalecida desde la matanza de seis comuneros el 4 de octubre de 2012.

En entrevista, Gladys habla de las reformas constitucionales, de las minas y, sobre todo, de la resistencia de un pueblo en el que las mujeres encabezan la resistencia:

“En el artículo primero de la Constitu­ción, el gobierno de Otto Pérez Molina quiere establecer que Guatemala es una nación única, con un territorio indivisible. Su interés de colocarla así, significa para nosotros cerrar todas las posibilidades de existencia en el marco de la Constitución.

“Con respecto al artículo 66, en la Constitución actual dice que somos grupos étnicos, que tenemos cultura, idioma y formas de organización social. En la reforma dice que somos pueblos indígenas que tenemos cultura, que tenemos vestidos diferentes y hablamos idiomas, pero el central es el español, y borra de tajo formas de organización social que en muchos casos nos han servido para defendernos.

“También nos oponemos a las reformas del 256, del 253 y del 252, que quieren reforzar el papel de la policía y el ejército. En la reforma se dice que el ejército podrá auxiliar a la policía en labores de seguridad y de contención, cuando el presidente lo requiera”.

Megaproyectos y defensa del territorio

“Hay más de 73 licencias de exploración minera otorgadas en Guatemala; hay también cientos de órdenes de captura de hombres y mujeres en la región de Altiplano Occidental, porque es el lugar donde está la vena montañosa, con gran diversidad biológica y ecológica, pero también donde se concentra la mayor cantidad de fuentes de agua potable, y que está ligada al cuidado del bosque.

“La minera Montana, en Huehuetenango, San Miguel Ixtahuacán, tiene ya más de siete años de operación. El proceso de resistencia está en el sabotaje permanente del funcionamiento de la mina.

“En el caso de Barillas hay un fuerte proceso de resistencia encabezado por las mu­jeres. Allá están cerrando los caminos para evitar el ingreso de la policía y del ejército a estos lugares.

“En San Juan Sacatepequez quieren instalar una de las cementeras más grandes a nivel centroamericano, y la quieren construir en el territorio de 12 comunidades kajchiqueles”.

Ser indígena significa que el proyecto de Estado nación no triunfó, básicamente, que el territorio no es único, que la lengua no es única y que no hay una sola ciudadanía. Y quienes representan eso somos las mujeres indígenas, en primer lugar.

Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez