Miami, 8 de noviembre.

El presidente Barack Obama dijo el viernes que Estados Unidos debe seguir actualizando sus políticas hacia Cuba y encontrar nuevas herramientas para conocer la opinión de los cubanos.

Al hablar en Miami, epicentro del exilio cubano, Obama agregó que su gobierno ya ha comenzado a ver cambios en la isla. Agregó que los objetivos de la política estadunidense siguen siendo los mismos, pero que la nación debe encontrar nuevas herramientas para expresarlas.

Obama subrayó que él nació casi al tiempo que el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, llegó al poder, y apuntó que no tiene sentido que las políticas puestas en marcha hace más de 50 años sigan siendo eficaces en la era del Internet.

Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961 e impuso un embargo económico total el año siguiente. La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas rechazó por vigésimo segundo año consecutivo el bloqueo contra la isla, el pasado 29 de octubre.

El gobierno de Obama se ha involucrado en debates recientes sobre la migración y el correo, así como en la relajación de las reglas de viajes y de las remesas para los cubano-estadunidenses, pero mantiene el bloqueo.

Obama habló durante un acto de recaudación de fondos del Partido Demócrata en Miami. Se reunió también aquí con los disidentes cubanos Bertha Soler, líder de las Damas de Blanco, y Guillermo Fariñas, quien ha realizado huelgas de hambre. Ambos pidieron al jefe de la Casa Blanca que no entable diálogo con La Habana sin tomar en cuenta a la oposición cubana, reportó el diario madrieño El País en su edición en Internet.

Termina el monopolio estatal en comercialización de alimentos

Cuba puso en marcha esta semana un programa para la comercialización de alimentos que busca hacer más eficiente la distribución, con lo que pone fin a un monopolio estatal que afectaba a agricultores, quienes ahora podrán vender en los mercados parte de su producción.

El decreto ley sobre las nuevas reglas se aplicará experimentalmente en las provincias de La Habana, Artemisa y Mayabeque, antes de extenderse al resto del país en 2015.

La norma establece un perfeccionamiento de la red comercial, tanto mayorista como minorista, y simplifica los vínculos entre el productor y el consumidor final.

En un país que importa 60 por ciento de los alimentos que consume y en el que las producciones de los agricultores privados superan las de las granjas estatales, las autoridades están liberando gradualmente el sector y otorgando mayores ventajas para que los interesados en la actividad arrienden tierras.