La FIFA otorgó al conjunto africano los premios Fair Play, Balón y Guante de Oro
Las Águilas Verdes fueron superiores al equipo tricolor y conquistaron por cuarta ocasión el título
Suecia goleó 4-1 a Argentina en la disputa por el tercer lugar
Valmir Berisha, el máximo anotador
Sábado 9 de noviembre de 2013, p. a13
Abu Dhabi, 8 de noviembre.
La selección mexicana Sub-17 no logró revalidar el título en el Mundial de Emiratos Árabes Unidos, al caer 3-0 ante Nigeria, cuadro que en el estadio Mohammd Bin Zayed se mostró superior y conquistó por cuarta ocasión el cetro de la categoría
El entrenador Raúl Gutiérrez y sus pupilos anhelaban volver a alzar el cetro logrado en México 2011, pero los goles de Érick Aguirre, en propia meta al minuto nueve, de Kelechi Iheanacho (55) y de Musa Muhammed (81) acabaron con la esperanza tricolor.
Las Águilas Verdes (monarcas en 1985, 1993, 2007 y ahora 2013) ganaron seis de los siete partidos en la reciente Copa del Mundo 2013 e impusieron récord de goles más anotados en la competencia (26). Superaron a Alemania, que había marcado 25.
Además se quedaron con el premio Fair Play, el Balón de Oro al mejor jugador fue para Kelechi Iheanacho y el Guante de Oro para el portero Dele Alampasu.
El único premio que se le escapó al máximo artillero africano fue la Bota de Oro, que lo obtuvo el sueco Valmir Berisha, quien logró un triplete en el partido por el tercer puesto ante Argentina (4-1) y sumó siete en el torneo.
México y la albiceleste, segundo y cuarto lugar de la justa, dieron la cara por Latinoamérica, mientras Europa tuvo que conformarse con una Suecia que salvó su honor con la medalla de bronce, en su debut mundialista.
Con el presidente de la FIFA Joseph Blatter en la tribuna de honor, los mexicanos vivieron al minuto nueve una especie de déjà vu del primer partido. Iván Ochoa estuvo a punto de convertir un tanto de cabeza, pero salvó Dele Alampasu, quien en la siguiente jugada lanzó desde abajo un contrataque letal que puso arriba a los africanos, con idéntica fórmula de aquel cruce en Al Ain.
Iheanacho recibió en la media cancha un pase largo, lo punteó para Awoniyi, quien habilitó a Yahaya y cuando iba a definir ante Raúl Gudiño, el defensa Aguirre la pateó a su red involuntariamente.
La escuadra que defendía el título parecía que asimilaría el golpe. Tuvo el balón, pero no la capacidad ofensiva para inquietar a la zaga nigeriana, más que en jugadas a balón parado, y fue precisamente esta vía por la que estuvieron cerca de lograr el empate con un cabezazo de Ulises Jaimes, que salvó el guardameta rival en una gran reacción.
Al 37, Taiwo Awoniyi se perdió el gol al rematar al costado de la red y un par de minutos después una tijera de Aliyu Abubakar y un disparo de Yahaya se estamparon en el travesaño.
El capitán Musa Muhammed fue con la lanza al frente al minuto 56 y metió un bombazo de larga distancia que Gudiño rechazó mal; Iheanacho recapturó y mandó la pelota con un toque suave al fondo de la red.
Esta anotación fue prácticamente el acabose; los ahora tetracampeones se dedicaron a sobrellevar las acciones y a definir el partido en los últimos minutos.
Con un magistral tiro libre de derecha que clavó al ángulo, Mohammed decoró el marcador de una historia que ya estaba sentenciada, y que más allá de las suspicacias por el límite de edad de los africanos, dejó en claro que Nigeria fue el mejor equipo de todo el certamen.
Mientras el Tri, pese a que se quedó en la orilla, mostró mentalidad y talento para recuperarse de un inicio difícil.
El arbitraje estuvo a cargo del escocés Craig Thomson, quien tuvo una buena labor. Amonestó a los mexicanos Ulises Rivas, al minuto 34, a Érick Aguirre (58) y a Marco Granados (84).
En el otro encuentro antes de la final, Argentina se marchó con las manos vacías tras caer goleada 4-1 ante la debutante Suecia en el partido por el tercer puesto.
Los suecos liquidaron el partido con un triplete de Valmir Berisha, a los minutos siete, 24 y 57, y un gol de Carlos Strandberg (20).