La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados integró un grupo plural de trabajo para que presente –en la sesión de mañana martes– una propuesta de solución a la violencia en el estado de Michoacán, así como abrir un debate entre los grupos parlamentarios.

El presidente de la junta, Silvano Aureoles Conejo (PRD), afirmó que ‘‘más que repartir culpas se requiere sumar y construir una estrategia integral que atienda el grave problema del estado’’.

Asimismo, luego de que las fuerzas armadas asumieron tareas de vigilancia policiaca y que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) tomó el control de la aduana del puerto de Lázaro Cárdenas, el diputado Aureoles sostuvo que el gobierno federal ‘‘se tardó un año’’ en encontrar elementos suficientes para actuar.

‘‘Espero que pronto veamos resultados y que sea por el bien del estado de Michoacán, particularmente el puerto (Lázaro Cárdenas), un sitio muy atractivo para grupos de la delincuencia organizada porque es la puerta del Pacífico por donde entran no sólo precursores químicos para elaborar drogas sintéticas, sino incluso mercancías de contrabando’’, señaló.

Una semana después de que el legislador perredista consideró ‘‘inminente la desaparición de poderes en Michoacán’’, ayer señaló que el acuerdo de ese órgano legislativo partió de no considerar suficiente un debate en la tribuna, sino presentar una salida para la entidad.

‘‘Es oportuno que la Cámara de Diputados defina qué hacer para ayudar a Michoacán. Como están las cosas en el estado, se necesita una estrategia para resolver el conflicto que ahí se vive, que no sólo se manifiesta a través de hechos violentos, sino tiene implicaciones en la economía, que ha tenido una caída drástica’’, afirmó.

Aureoles consideró que el alto índice de delitos en la entidad ha afectado el empleo, la generación de desarrollo y la inversión. ‘‘No se puede trabajar en el riesgo del secuestro, del levantón, de las amenazas’’, indicó.

Explicó finalmente que el acuerdo de la Junta de Coordinación Política consiste en abrir un debate sobre el caso Michoacán en la agenda política, y que cada bancada representada en San Lázaro presente su posición hasta por siete minutos, en espera de que el grupo de trabajo entregue una propuesta para resolver la grave situación por la que atraviesa la entidad.