El Cairo, 4 de noviembre.

Tras cuatro meses de estar detenido en un lugar secreto, el derrocado ex presidente egipcio Mohamed Mursi, acusado de incitación al asesinato de manifestantes, afirmó este lunes ante un tribunal que es el líder legítimo del país, durante un juicio que fue suspendido y aplazado hasta el 8 de enero, porque los gritos de otros coacusados hicieron imposible el procedimiento.

En el inicio del juicio contra él y otros 14 funcionarios de la Hermandad Musulmana, Mursi declaró ser el legítimo presidente de la República, ante el líder del tribunal, Ahmed Saber.

Durante el proceso, los acusados corearon abajo el poder militar.

Los abogados defensores y los acusados dieron gritos de júbilo y aplaudieron al tiempo que dos periodistas leales a los militares clamaron: ¡ajustícienlo!

Mursi aseveró que es obligación de este tribunal permitir hablar al presidente de la República y exigió poner fin a esta farsa. Aquí hubo un golpe de Estado. Atentar contra el Estado es traición a la patria. El jefe de ese golpe de Estado debería comparecer ante este tribunal, afirmó Mursi, en referencia al jefe de las fuerzas armadas, Abdel Fattah Sissi, quien encabezó el golpe que acabó con su gobierno el pasado 3 de julio.

En este punto, el juez decidió interrumpir la sesión y pospuso el proceso hasta el próximo 8 de enero.