Washington, 28 de octubre.

La universidad estadunidense de Penn State anunció hoy que pagará 59.7 millones de dólares a 26 jóvenes que denunciaron ser víctimas de abusos sexuales del entrenador asistente del equipo de futbol americano Jerry Sandusky, condenado casi de por vida.

El director de la universidad, Rodney Erickson, cree que el anuncio de acuerdos es bueno para la institución y las víctimas.

Hay seis demandas más, pero sostiene que algunas carecen de sustento, mientras en otras sí se puede llegar a arreglos. No podemos deshacer lo hecho, pero podemos y debemos hacer los posible para aprender de esto y asegurarnos de que no pase de nuevo en Penn State, dijo Erickson.

Según medios locales, Penn State ha gastado más de 50 millones en este asunto.

Sandusky, de 69 años, está cumpliendo una condena de 30 a 60 años por 45 cargos criminales.

Fue condenado por abusar de 10 chicos. Ocho testificaron en su contra y relataron una amplia variedad de prácticas sexuales. El ex entrenador, que no declaró en su juicio, clama aún por su inocencia, asegura que se duchó con los chicos, pero que nunca los molestó.

El escándalo supuso la caída también del mítico primer entrenador del equipo, Joe Paterno, integrante del Salón de la Fama, quien convirtió una escuela modesta en una potencia del futbol americano colegial.

La saga de Sandusky también provocó la caída del rector de la universidad y puso de manifiesto la importancia de este deporte en los campus estadunidenses. Ocasionó también que el organismo regulador del deporte universitario (NCAA) adoptara castigos sin precedente contra Penn State.

Tres ex dirigentes aguardan un juicio en el que están acusados de encubrimiento.

Los acuerdos comenzaron a darse a conocer a mediados de agosto, cuando los abogados de los acusados los divulgaron. Penn State siguió una política de no confirmarlos hasta que se anunciaran todos.

El abogado de la localidad de Harrisburg, Ben Andreozzi, quien ayudó a negociar algunas de las indemnizaciones, dijo que sus clientes están satisfechos.

Sienten que la universidad los trató con justicia tanto en términos económicos como no económicos, dijo Andreozzi, quien también representa a otros que se han dicho víctimas de abuso, pero no han presentado demandas.