El gravamen dificulta que niños y jóvenes fumen, aseguran
Jueves 24 de octubre de 2013, p. 41
Las clínicas para el control del tabaco recibían hace 10 años a personas de 60 a 65 años. Hoy, los pacientes tienen entre 45 y 55 años de edad, muchos ya con alguna enfermedad grave por su adicción al cigarro. Eso es lo que deberían ver los legisladores y el gobierno federal, advirtieron médicos especialistas.
Integrantes de las clínicas antitabaco del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el Hospital General de México (HGM) y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), exhortaron a los senadores a corregir el proyecto de reforma fiscal y mantener el impuesto al consumo de puros y cigarros hechos a mano.
Esto no es un juego de economía, sino de salud
, dijo Angélica Ocampo, del HGM. Son al menos 15 años de salud y de vida que se pierden por fumar, sobre todo cuando la enfermedad ha estado presente 30 o más años y la persona consume dos cajetillas diarias, como era el caso de Constantino Llaca, quien, como él mismo dice, ahora paga las facturas
.
A causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, también conocida como enfisema), Llaca requiere de un suministro diario de oxígeno durante 12 horas y el uso de cuatro broncodilatadores. Fumó durante 42 años.
La Fundación Interamericana del Corazón organizó una conferencia de prensa, en la que la doctora Éricka Urdapilleta, del INER, resaltó que 90 por ciento de los casos de EPOC se deben al tabaquismo. Para prevenirla se requiere evitar que niños y jóvenes empiecen a fumar.
En este sector es donde tienen impacto las medidas fiscales. Un impuesto elevado dificulta la adquisición de cigarros por parte de los adolescentes. De eso se trata, porque otro sector, el de los que ya son adictos, difícilmente dejan de fumar sólo con la aplicación de gravámenes
, dijo.
En esos casos, los recursos que ingresan a las finanzas públicas contribuyen con el gasto del sector salud en la atención de los padecimientos asociados al consumo de cigarros.
Juan Núñez, coordinador de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento), comentó que cada año se registran más de 40 mil muertes por enfermedades relacionadas con el tabaquismo: cáncer de pulmón, enfermedad cerebro-vascular, EPOC e infarto al corazón.
El activista comentó que mantener el impuesto a puros y cigarros hechos a mano es indispensable, pero también lo es dar continuidad a la política nacional para erradicar el tabaquismo del país, con un nuevo aumento en el gravamen al consumo de 18 pesos por cajetilla.
El resultado sería una disminución de 19.3 por ciento en el consumo y un aumento de siete mil millones para la hacienda pública.
Guadalupe Ponciano, de la clínica antitabaquismo de la UNAM, señaló que es una de las acciones que se debe llevar a cabo, pero como se trata de un problema de salud multifactorial, requiere de varias soluciones.