Jueves 24 de octubre de 2013, p. 33
Sydney, 23 de octubre.
Pese a las agoreras predicciones por las altas temperaturas y fuertes vientos, los bomberos australianos consiguieron hoy mantener bajo control los incendios en la región al oeste de Sydney, donde se pudo evitar que los focos de unieran formando un inmenso frente en llamas.
Por la tarde no había heridos ni habían sufrido daños las casas amenazadas, pese a lo cual el número de focos se incrementó de 60 a más de 70. En las Montañas Azules, los residentes pudieron volver a sus hogares. Los bomberos actuaron con mil 500 efectivos a lo largo de un frente de más de mil 600 kilómetros que ya ha arrasado 127 mil hectáreas.
Mientras tanto, el ejército reconoció que fue el responsable de uno de los incendios que comenzaron la semana pasada, durante unas maniobras de tiro. Las llamas quemaron 50 mil hectáreas de terreno y tres casas cerca de Lithgow, en las montañas al oeste de Sydney.
La investigación ha determinado que el uso de sustancias explosivas desató el fuego en la zona
, indicó un portavoz de los bomberos.
El primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Barry O’Farrell, defendió al ejército. Esto no nos puede desviar de la contribución que las fuerzas de seguridad han hecho al combate de las llamas
, señaló a la emisora Seven Network.
En tanto que se calmaba la situación en las Montañas Azules, empeoró en Newcastle, al norte de Sydney, donde se declaró un nuevo incendio. Las llamas amenazan Minmi, a las afueras de Newcastle.
Entre otras cosas tuvo que ser cerrada temporalmente la autopista M1, la principal conexión entre Sydney y Brisbane.
El portavoz de los bomberos rurales, Shane Fitzsimmons, llamó a los residentes a activar los planes de emergencia y buscar refugio, a diferencia de los de las Montañas Azules, a los que autorizó a volver a sus hogares.
Nunca en esta época del año tuvimos tantos incendios tan amplios y con tantos daños y destrucción como ahora
, dijo Fitzsimmons.
Tenemos que pensar en lo que aún tenemos por delante: los próximos meses y el largo verano, el peligro de incendios se mantiene
.
Diciembre y febrero son normalmente los meses más cálidos en el sudeste de Australia.
Las llamas provocaron además una polémica a nivel político. El primer ministro del país, Tony Abbott, desautorizó a la jefa del programa de lucha de la Organización de Naciones Unidas contra el Cambio Climático, la costarricense Christina Figueres, por afirmar que este problema es la causa de los devastadores incendios.
La funcionaria en cuestión está diciendo tonterías
, aseguró. El cambio climático existe (...) pero estos incendios ciertamente no tienen que ver con el cambio climático, son una función de la vida en Australia
.
Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, aseguró a la CNN que los incendios forestales y el cambio climático están totalmente
vinculados y que la actual crisis en las Montañas Azules es un ejemplo de a lo que nos enfrentaremos a menos que tomemos acciones vigorosas
.
La funcionaria criticó además al nuevo gobierno conservador de Abbott por anunciar que eliminará el impuesto a las emisiones de dióxido de carbono impuesto por la anterior administración laborista, y en vez de ello pagar a quienes contaminan por reducir sus emisiones.
En el debate intervino el ex vicepresidente estadunidense y ambientalista Al Gore, quien en una entrevista con el canal ABC declaró que sí está comprobado que existe una relación entre el cambio climático y lo que ocurre en Australia. Los científicos han encontrado una relación directa entre los gases de efecto invernadero y los fenómenos climatológicos extremos, aseguró.