Improvisación lo puso en riesgo: Martos
Martes 22 de octubre de 2013, p. a15
El réferi no había terminado la cuenta de protección cuando el boxeador mexicano Francisco Leal se desplomó contra la esquina, el sábado pasado en Los Cabos. Raúl Hirales le había asestado un par de golpes detrás de la oreja derecha que lo habían noqueado. Sentado sobre la lona, Leal era incapaz de sostener erguida su propia cabeza; un médico la sujetaba mientras pedía que le llevaran un collarín que nunca llegó.
Para el doctor Esteban Martos, del servicio médico de la Comisión de Boxeo del Distrito Federal, la manera en que atendieron a Leal sobre el cuadrilátero fue una barbaridad.
Nunca debe atenderse una situación de esas con el peleador sentado, debe estar postrado e inmovilizado, con un collarín y una camilla con cintos
, dice Martos. Puede haber una lesión cerebral y una microhemorragia puede agravarse
, comentó.
Las lesiones sobre el cuadrilátero son un tema sensible para Martos, quien no puede olvidar la lesión que le costó la vida a Daniel Aguillón.
No quiero ni acordarme, pero yo prácticamente pronostiqué su muerte por una serie de signos que tuvo aquella noche
, dice sin ocultar su pesar.
Hay mucha improvisación médica en los cuadriláteros de la provincia mexicana, considera Martos, y eso pone en riesgo la salud de los peleadores.
En las funciones de provincia la falta de collarín es el menor de los males, a veces no llevan los medicamentos que pueden salvarle la vida a un peleador
, apunta. Pobres médicos, pero a veces aceptan y no saben nada de este deporte donde uno se enfrenta a lesiones serias y la falta de preparación especializada puede provocar más daño
, dijo Martos.
Por eso yo no quitaré el dedo hasta que tengamos una escuela de medicina especializada en boxeo, porque eso puede salvar vidas
, finalizó.
En California, Abner Mares responde consternado, pues tanto Leal como Raúl Hirales eran viejos amigos de los años en que convivieron en el Comité Olímpico. Mares contó que Leal sigue en una situación grave en un hospital de San Diego. No hay mucha información sobre su estado clínico.