Ahora que ha sido presentada la iniciativa del Ejecutivo federal para la equidad en la cuota de género, es indispensable que los legisladores eliminen todo tipo de ambigüedades que a propósito suelen dejar los partidos en las leyes para que se permitan varias interpretaciones que al final del día impiden a las mujeres acceder en términos de igualdad a los cargos de elección popular, coincidieron por separado activistas de los derechos de género de las agrupaciones Suma, Rosalinda Ávila, y de la Campaña Nacional por el Derecho a Decidir, Elsa Conde.

Por su lado, la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, la priísta Diva Gastélum Bajo, destacó que los partidos, incluyendo el suyo, ponen toda clase de trampas para impedir el acceso de las mujeres a los cargos electorales.

Al respecto, la directora de Participación Social y Política del Instituto Nacional de las Mujeres, Paula Soto, indicó que uno de los desafíos inmediatos es homologar la normatividad electoral en el país para lograr la participación paritaria de las mujeres para votar y ser electas.

La funcionaria federal señaló que para fortalecer la democracia es indispensable que la paridad llegue a todos los rincones del país, particularmente a los ayuntamientos donde la representatividad de género es escasa, pues sólo 6.9 por ciento de los municipios están presididos por mujeres.

Soto expresó que en favor de la paridad de género hay una demanda justa e inaplazable, por lo cual confió en que la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sea ratificada en todas las entidades federativas.

Ávila y Conde destacaron por separado que las mujeres han tenido que acudir a la vía judicial para que los partidos y los varones cumplan la cuota de género que aún establece el artículo 219 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), en el cual se estipula que los partidos deben postular candidatos en una proporción de 60 por ciento como máximo de un género y 40 como mínimo de otro, pero también la excepción que ha impedido incluir a las mujeres cuando se seleccionen abanderados mediante métodos democráticos.

Celebraron que con la iniciativa de reforma de Peña la cuota pase a 50/50 por género, que los suplentes de los legisladores sean de un mismo sexo y que no se pongan excepciones, como la supuesta selección democrática.