La obra, que se montó hace 30 años, se restrenará el viernes en el Centro Cultural Chapultepec
Es una oportunidad, como pocas, de asomarse al mundo que hay detrás del telón, afirma Alberto Lomnitz
Creemos que es posible crear belleza contra la barbarie: Bruno Bichir
Miércoles 16 de octubre de 2013, p. 9
“Hay obras de teatro que se reponen, y no quiero citar algunas, pero son viejas; en el caso de El vestidor se trata de un texto universal y esto lo hace vigente”, expresó el pasado lunes Héctor Bonilla, en conferencia de prensa en la que se informó del restreno de dicha puesta, el próximo 18 de octubre, en el Centro Cultural Chapultepec.
Hace 30 años, Bonilla protagonizó El vestidor al lado de Ignacio López Tarso y ahora cierra un ciclo con el papel de Su Señoría.
El reparto está integrado, además de Bonilla, por Bruno Bichir, Verónica Langer, Pilar Ixquic Mata, Arturo Reyes, Cristóbal García-Naranjo, Andrea Riera y Alfonso Bravo, bajo la dirección de Alberto Lomnitz.
Bichir hará el papel de Norman, el cual fue interpretado por Bonilla hace tres décadas, cuando López Tarso dio vida a Su Señoría.
Verónica Langer también participó al lado de Bonilla y López Tarso, como la adorable Irene; en esta versión interpretará a Madge.
Bonilla agregó que actuar nuevamente en El vestidor es un privilegio y un reto actoral, además de una responsabilidad muy grande.
El texto fue escrito por el inglés Ronald Harwood. Bonilla añadió: Es una obra que sigue intacta. No es una muestra de la moda de los años 80 del siglo pasado. Es un afortunado análisis del quehacer teatral, que rozando la farsa muestra cómo somos los actores, con un acentuado sentido del deber en un mundo de utilería
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Lucha esperanzadora
Ronald Harwood ubica la acción de El vestidor en una noche complicada durante la Segunda Guerra Mundial; la ciudad se encuentra bajo el bombardeo continuo de la fuerza aérea alemana, mientras una compañía de teatro itinerante, especializada en obras de William Shakespeare, intenta dar una representación de El Rey Lear. Su Señoría, primer actor y dueño de la compañía, está enfermo y delirando. Parece imposible levantar el telón y la única esperanza recae enteramente en Norman, el vestidor de Su Señoría, quien buscará la manera de motivar al desgastado actor para dar la función culminante de su vida.
El productor Alberto Garduño Llop expuso que es un privilegio montar El vestidor en el Centro Cultural Chapultepec, que desde su fundación, en 2010, se ha caracterizado por dar espacio a obras de primer nivel. Esta obra está dedicada a todos los que se dedican al teatro
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Alberto Lomnitz dijo: “El texto de El vestidor se puede considerar un clásico contemporáneo, sobresaliente, de finales del siglo XX. Es un reto y atractivo suficiente. Hace 30 años, marcó nuestro medio. En ese entonces no tuve la oportunidad de ver la obra, pero eso lo considero de buena fortuna, porque no tuve prejuicios al montarla, ni estoy peleando por tratar de alcanzar aquello, pero sí creo que esta pieza tiene un ángel especial, y creo que va a ser el estreno del año, un hito en este siglo XXI. Partimos de la traducción que hizo el maestro José Luis Ibáñez hace 30 años.
“El vestidor habla de la gente de teatro y del público que ama el teatro. Es una oportunidad, como pocas, de asomarse al mundo que hay detrás del telón. La obra resulta fascinante, porque el público no puede dejar de pensar porque está viendo al actor preparándose en el camerino. Es una ficción, pero a la vez se sabe que la acción le está ocurriendo a estos actores. Para el neófito al teatro, la obra es una oportunidad para acercarse a este arte.
La historia se centra en un viejo actor shakespeareano inglés, grande de edad, enfermo, y su fiel vestidor. Los otros personajes son, cada uno, muy especiales, con su propia historia. La escenografía e iluminación son extraordinarias. La música es original
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Bonilla agregó que agradece a Ignacio López Tarso por sus enseñanzas. “Siempre he dicho que yo aprendí en el escenario de mis maestros, como Ignacio, Carlos Ancira, José Gálvez, Ofelia Guilmáin, Carmen Montejo... En el caso de El vestidor, los dos personajes son como El Quijote y Sancho, opuestos, pero complementarios; son el yin y el yan; son dos partes del mismo personaje. Norman anhela salir a escena, quisiera ser actor, pero no tiene la menor capacidad, y sale a través del viejo. Por eso al final, cuando el viejo muere, Norman se vuelve loco, que son las dos únicas formas de escapar de la realidad.
“Creo que es una obra muy ambiciosa, en el mejor sentido de la palabra, y que nos está enseñando que esa simbiosis gravita inclusive fuera del teatro. Introduce a este mundo encantador lleno de mentiras, de supersticiones, de lo que es el mundillo del teatro, de pelear con versos contra las bombas que están cayendo. De que la función debe continuar…
Y resulta que a nadie le importa si realmente se da la función. La compañía es consecuente con su deber hasta las últimas consecuencias. Esa es la metáfora esencial de la obra. Me toca el privilegio de alternar con Bruno Bichir, actor destacadísimo
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Bichir dijo que la producción es impecable, para este texto que es entrañable. Es una alegría subir al escenario y ser comunicador de nuestras obsesiones más personales, íntimas. Creemos que es posible crear belleza contra la barbarie
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El vestidor de Ronald Harwood, bajo la dirección de Alberto Lomnitz, se presentará los viernes, a las 18:30 y 21:00 horas; los sábados, a las 18:00 y 20:30, y los domingos, a las 17:15 y 19:45 horas. El Foro Cultural Chapultepec se localiza en Mariano Escobedo 665, colonia Anzures. Las localidades tienen un precio de 450, 400, 300, 250 y 150 pesos.