Hoy, en el Foro Shakespeare, será el estreno de la puesta Prohibido desear, con la dirección de Enrique Singer, quien emprendió la tarea de trabajar cuatro historias escritas por Efrat Steinlauf, Tomas Urtusástegui, Jacobo Levy y Hugo Yoffe, quienes desarrollan tramas enlazados a través de momentos y alternativas de vida.

Actúan Isabel Piquer, Héctor Kotsifakis, Juan Carlos Medellín, Roberto Uscanga y Ricardo White.

La primera historia es Despierta, oigo ruidos, donde se plantean los miedos y temores ante la inseguridad de una pareja llevada a lo inverosímil; en El verdugo y el condenado a muerte se trata la pena capital sometida a negociación y trueque; Eva y Adán: los personajes bíblicos disfrutan de una en extremo deliciosa taza de café; La paloma de la paz: cuatro amigos en los 40 alrededor de una mesa de póquer vertiendo sus envidias, celos, temores, éxitos y poniendo la confianza de la amistad a prueba. Esta escenificación es de Teatro Breve-Davar.

En Prohibido desear se aborda la permanente lucha del individuo por lograr su anhelo de placer, vida y realización, cuando el carácter social y a veces la misma civilidad lo impide. No obstante la fuerza visceral del hombre, su naturaleza, dirán algunos, pretende satisfacer su ego proponiéndose lo imposible, lo que persigue o ambiciona cumplir, su deseo... pero está prohibido.

En entrevista, Singer explicó que el formato de esta escenificación no es nuevo, pero sí raro. Es la tercera vez que esta compañía lo desarrolla. Las cuatro obras son cortas.

Tomó aire para responder que dirigir esta colección teatral “¡es un reto tremendo!, porque hay que consruir cuatro ficciones, cuatro estilos. Esto implica un trabajo muy elaborado y mucha concentración. Se trata de crear cuatro mundos distintos, algo que no tiene el teatro lineal, donde se construye un mundo y después las situaciones.

Todo gira en torno del deseo; los personajes están plagados de insatisfacciones, aunque tratan de conseguir lo que buscan. Todos quisiéramos ser felices cumpliendo nuestros deseos, pero eso es imposible. Muchas veces deseamos cosas ilegítimas.

Espera que el público se divierta, porque se trata de cuatro comedias ligeras. Singer ha creado situaciones absurdas, cómicas, en 120 minutos, por lo que cada obra es corta. “El tono es ligero y se transita por el realismo llegando a lo fársico.

Un mundo de absurdos

“Sí, el deseo es eterno, pero es absurdo querer cumplir nuestros deseos al costo que sea. No es posible del todo, porque la sociedad establece criterios y normas que nos prohíben cosas que no se deberían de prohibir. Finalmente, estamos envueltos en un mundo de absurdos y estamos en medio, rebotando como pelotas, entre una y otra realidad. Todos queremos ser felices, pero creo que eso no es lo más importante de la vida. Es una paradoja, porque en la medida que más deseamos ser felices nos alejamos de esa condición; la felicidad está en otro lado. La infelicidad también es un motor que nos hace cambiar. ¡Bienvenida la insatisfacción!

Las funciones serán todos los jueves a las 20:30 horas, hasta el 19 de diciembre, en el Foro Shakespeare (Zamora 7, Condesa).