Se les han entregado recursos crecientes y se desconoce si han dado resultado
Lunes 14 de octubre de 2013, p. 43
Hay al menos cuatro programas alimentarios en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a los que se han entregado recursos crecientes, y deberían ser evaluados para saber si han mejorado la alimentación y la nutrición de la población objetivo, así como la transparencia de las transferencias monetarias.
Esto señalan las evaluaciones de desempeño de los programas Oportunidades, Programa Apoyo Alimentario (PAL), el de Abasto Social de Leche Liconsa y el de Abasto Rural de Diconsa, realizadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Refiere que hay una ausencia de evaluaciones de costo-efectividad e impacto que permitan su comparación
, por lo que recomienda realizarlas.
Hasta 2012 las entidades con la mayor cantidad de personas en carencia alimentaria fueron Guerrero, Tabasco, Michoacán, Oaxaca, Morelos y Puebla, mientras las que registraron el menor nivel fueron el Distrito Federal y Baja California.
Sobre Diconsa, en el informe se plantea que uno de sus retos es que sólo 33.3 por ciento de las tiendas tienen todos los productos de la canasta básica, por lo que se requiere tomar en cuenta este indicador y evaluar el impacto sobre la población que compra en dichas tiendas y sus efectos sobre los mercados locales, como evitar el abuso monopólico.
También señala que Diconsa debe transparentar las compras de los productos que vende las tiendas, haciendo pública su lista de proveedores, precios y volumen; y que publique en Compranet su demanda total de productos y servicios.
En cuanto a Liconsa, señala que hay ausencia de una evaluación de impacto con rigor metodológico, la cual se recomienda realizar para los diferentes grupos de edad que atiende.
El Coneval sugiere incluir la adquisición de leche nacional y no mantenerla como un programa diferente que debe estar sujeto a reglas de operación, a las regulaciones de transparencia y a evaluación de acuerdo al Presupuesto de Egresos.
La finalidad de este programa es mejorar la nutrición y la alimentación de la población pobre y transferir ingresos vía subsidio al precio. Para ello, vende leche fortificada a un precio menor a su costo de producción y al de mercado a 6 millones de beneficiarios de casi todos los grupos de edad y a instituciones de asistencia social. El precio de venta es de 4.50 pesos el litro desde diciembre de 2011, menor en 42.3 por ciento a su costo de producción, que en 2012 fue de 7.80 pesos.
Hasta el año pasado, los beneficiarios de Oportunidades y del PAL que reciben transferencias de ingresos y suplementos alimentarios o leche fortificada no eran parte de la población objetivo de Liconsa, lo que cambió con las reglas de operación de 2013.
El PAL se estableció en 2003 para atender a hogares pobres en localidades aisladas y dispersas donde Oportunidades no podía operar por falta de acceso a servicios de salud y educación, condiciones para ser beneficiario de este último programa.
El evaluador externo del Coneval advirtió que no hay un diagnóstico público sobre la falta de acceso efectivo a salud y educación en las localidades, lo cual sustenta la creación de este programa.
La afiliación a la seguridad social o al Seguro Popular no es suficiente, sino que debe certificarse que las unidades médicas proporcionen el paquete preventivo de Oportunidades a los beneficiarios.