Propone distribución de recursos federales basada en resultados
condenados a vivir con deudas, dice el gobernador de NL
Lunes 14 de octubre de 2013, p. 18
Monterrey, NL, 13 de octubre.
Los estados del país están condenados a vivir con deudas; sin embargo esos empréstitos deben estar respaldados y calificados en obras y resultados. El crecimiento de las entidades no se puede parar y, al mismo tiempo, hay gastos que son inflexibles al alza, por ejemplo las pensiones, la educación y la seguridad
, consideró el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz.
No descartó un ejercicio laxo en las finanzas públicas de algunas entidades. Hay que reconocerlo, hay casos específicos
. Sin embargo, pide reconocer la existencia de problemas estructurales en los estados.
“Pongo el caso de Fuerza Civil –policía creada por su administración para combatir la criminalidad agobiante en los años recientes–. Tiene un ritmo de crecimiento de 60 policías por semana. donde el que menos gana son 15 mil 200 pesos libres más prestaciones. Pregunto a la gente: ¿seguimos creciendo? Responde que sí. Y claro, eso cuesta, aunque la inseguridad ¡cuesta más!”.
El pasado 9, Medina de la Cruz informó sobre la conclusión de más de 5 mil obras de reconstrucción en Nuevo León ante los daños causados en 2010 por el huracán Alex. “Al gobierno le tocó poner la mitad de los 17 mil millones de pesos para los trabajos, y nos apoyaron con el cupón cero, pero eso no quiere decir que no pagáramos”, argumenta.
Como la mayoría de sus antecesores en el cargo, él también reniega de la fórmula de distribución de los recursos federales y propone una nuevo esquema con base en resultados. Incentivos correctos
, les llama.
“¡No hay que ser Einstein! Son cuatro o cinco temas fundamentales donde la Federación debe decir: ‘demuéstrame que le estás metiendo fuerte a la seguridad, a la educación, al combate a la pobreza, a la salud (...) con resultados’. Nuevo León tiene una visión muy empresarial de las cosas. ¿Para qué le meto a algo que no me va a dar dinero?'” Ese, insiste, debiera ser el principio para el aumento de los presupuestos.
Desde esa visión, critica el modelo de seguridad aplicado durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012). Se le dio todo el recurso, el tiempo, el dinero y hubo desgaste, aumentaron las ejecuciones. Y no se trata tanto de gastar, sino de tener un plan muy claro y definido
.
La cuestión estriba en medir prácticamente a diario para que se corrija en el camino y, de nuevo, dar resultados, medir en numeritos que las cosas funcionen
.
En el marco de su cuarto Informe de gobierno, el mandatario local se comprometió a terminar con el hambre en su entidad. Ubica el universo de atención en 90 mil personas que no tienen o batallan mucho para conseguir su alimento diario. No es tan grande la cifra
.
Para lograrlo, dice, el reto es ponerle a cada uno nombre y apellido. La clave es saber quiénes son y dónde están, y es posible lograrlo. En Nuevo León hay más empleo que gente desempleada. Entonces, si haces un amarre con los organismos empresariales, y yo me comprometo a capacitarlos mediante todos los subsistemas educativos, los capacitamos, les damos un microcrédito, a la palabra casi, te comprometes a darles una chamba
, se puede.
En la entidad, insiste Rodrigo Medina, la idea de los programas sociales es “que no sean asistencialistas. La clave del éxito es que vayas palomeando. Si se te está ampliando la base de usuarios es un error. Tienes que ir ganando la carrera para hacerla menor. Muchos presumimos: ‘es que ya ahora son cien mil los que estoy apoyando’. Pues no. Tienes que irlos insertando en la vida productiva y decirles: ‘oye, sí te voy a dar una despensa, a apoyar con dinero, pero también te voy a capacitar para que salgas de aquí’”.
Se trata de dar trabajo y permitir a otros acceder a esos programas. Porque no alcanza para todos. Es un error si una persona se queda perennemente en el asistencialismo. Es muy cómodo. Hay que depurar los padrones.
Nuevo León, dice, también, tiene un fenómeno extendido de inmigración, sobre todo de quienes buscaron originalmente llegar a Estados Unidos. “Y llegan aquí y dicen: ‘oye, no está tan mal. Me quedo en México, ya conseguí trabajo. Y pues a todos tenemos que atender. Son mexicanos, hay que darles una oportunidad”.