Modesto López presentó en México el documental Coro Quiero Retruco: todavía cantamos
La canción fue un soportepara los presos de la dictadura argentina
Cuenta la historia de cómo 18 prisioneros se organizaron y crearon formas de comunicación en las cárceles militares
Algunos dicen que fueron como escuelas
, refiere el cineasta
Ahora los sobrevivientes del régimen aparecen en la tv mucho más que el gobierno actual
, cuenta
Sábado 12 de octubre de 2013, p. 7
El pasado miércoles, se presentó oficialmente en México el documental Coro Quiero Retruco: todavía cantamos, que cuenta la historia de 18 presos políticos sobrevivientes de las cárceles de Argentina bajo la dictadura militar incrustada en 1976 y que duró hasta 1983, la cual dejó una estela de terror de 30 mil desaparecidos, según informes.
La exhibición se realizó en la Sala de Proyección del Centro de Capacitación Cinematográfica del Centro Nacional de las Artes, en Churubusco, donde se narra en voz viva el acontecer de quienes hicieron y hacen del canto en coro una forma de persistir, de creer en que una sociedad más igualitaria es posible y esperan que la verdad y la justicia trascienda, a pesar de lo difícil que es, porque los militares y sus seguidores de varios sectores sociales difunden sus ideas en los medios masivos de comunicación, pues siguen convencidos de que hicieron un bien a la patria.
Los 18 ex presos políticos cantan con sus hijos, hermanos y familiares de desaparecidos. Provienen de distintas organizaciones políticas y depusieron las diferencias aprendiendo a escucharse, a verse reflejados en el otro y a encontrar los puntos de encuentro para formar un coro.
Dentro de las prisiones se organizaban para sobrevivir. Lo que sabía uno lo enseñaba a los otros; rompían con el sectarismo que no les había permitido ponerse de acuerdo fuera de la cárcel. En las prisiones crearon formas de comunicación; aprendían el código Morse y lo modificaban para crear el Tornillo; las voces viajaban por las cañerías; se organizaban coros que nunca llegaron a cantar; se ensayaban obras teatrales que nunca se presentaron; con migas de pan y saliva realizaban pequeñas esculturas y afuera también se organizaban para exigir la aparición con vida de los desaparecidos y sostener moralmente a los que todavía tenían la suerte de respirar.
El coro canta y transmite un espíritu colectivo que invita a imaginar lo que sería si fuerzas populares de Argentina y América Latina sonaran en una sola voz. Los militares llaman a la dictadura Proceso de Reorganización Nacional o, simplemente, Proceso.
El documental fue escrito y dirigido por Modesto López; la producción es de Marta de Cea; dura una hora con 18 minutos.
Todavía cantamos es un título tomado de una canción de Víctor Heredia.
Modesto López, quien es director de Ediciones Pentagrama, expresó que lo más difícil fue conseguir los recursos económicos, pero que al final se contó con el apoyo de instituciones como la Universidad Veracruzana. El proceso de trámite de los permisos tardó dos años; en total, el documental requirió de tres años para su elaboración. Me pareció interesante saber cómo cada preso político buscó maneras para comunicarse sin ser detectado. A pesar de las circunstancias adversas se mantienen firmes en sus ideales y, por el contrario, salieron fortalecidos. Hay quien dijo que la cárcel fue una especie de escuela.
Añadió que su compañera Marta logró conseguir el dinero en la etapa decisiva. Ella viene de Montoneros y yo del Partido Comunista. Ya presentamos el documental en varias ciudades, e incluso en la pampa. Eso seguirá y hasta ahora la recepción ha sido muy amable en todos lados. Hay quien ha comentado que tal persona fue su madrina y nunca más la vio. En una escuela de arte, ante 70 jóvenes de 18 años en promedio, pensé que se iban a salir, pero no, al contrario, se quedaron guardando un silencio muy largo. Cuando comenzaron a hablar comentaron que ni sus padres, ni en la escuela, les habían hablado de eso. Y había quienes tenían muertos de esos días de la dictadura. No les decían nada por pena, aunque hay jóvenes que sí tienen una participación importante en política, pero una parte de Argentina ignora esa parte.
Marta de Cea: Algunas personas dijeron que no platicaban para proteger a sus hijos.
Modesto agregó que el Coro canta en actos públicos, en barrios y colonias populares, y cada uno de los integrantes sigue militando. Otros siguen tocando instrumentos, como el piano o la guitarra. Todos hablan de política, cada uno en sus lugares de residencia. Para mí, este documental es un canto a la vida, de esperanza. Hay que decir que entre los integrantes del Coro no hay resentimientos, como sí los hay entre los militares, quienes consideran que fue justo lo que hicieron. Así como las Madres de la Plaza de Mayo se manifiestan, ellos se concentran en un parque para defender sus principios y aparecen en televisión mucho más que el gobierno actual. Los canales televisivos están todos con ellos, y ellos sí se pueden manifestar libremente y no va la policía a reprimirlos. La derecha se puede manifestar y decir lo que quiera en televisión.”
Cultura de resistencia
Presente en la proyección, el cantor uruguayo Daniel Viglietti expuso que de su país pueden hacerse documentales similares, dada la dura experiencia con la dictadura militar en la Patria Grande de Artigas. “Este documental de Modesto López es sumamente valioso, porque recupera un aspecto de la cultura de resistencia, en un grado muy esencial, que es lo que ocurrió en las cárceles. La canción sirvió de soporte, para mantenerse con compañeras y compañeros. En el periodo poscarcelario se han reactivado sacando alegría al cantar en coro.
Cantan y transmiten su fuerza y su coraje. La canción, más allá de que la cante un solista o un trío, es siempre un fenómeno coral, porque cuando se supone que canta uno solo las letras resuenan, tienen ecos. Siempre hay un acompañamiento.
Viglietti se presentará mañabna en el Festival Internacional Cervantino.
Para mayor información sobre el documental: 5531-930005.