Durante el actual periodo ordinario de sesiones se aprobará una iniciativa de reforma a la Ley General de Cultura Física y Deporte, con el propósito de crear un tipo penal por violencia en el deporte, elaborar un padrón de aficionados y jugadores violentos, castigarlos con prisión de tres a seis años, y obligar a los propietarios de clubes deportivos e inmuebles donde se desarrollen esos espectáculos a garantizar medidas de seguridad para los asistentes.

Los diputados Felipe Muñoz, Eduardo Liceaga y José Alberto Rodríguez, del PRI, desglosaron la propuesta impulsada por el coordinador del tricolor en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, a fin de establecer condiciones de prevención en materia de seguridad.

Así, según el proyecto, se obligará a las autoridades de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, para efecto de coordinarse y procurar protección, tanto en el interior como el exterior de los inmuebles deportivos.

La penalidad sería de tres a seis años, además de una multa importante y la persona inculpada podrá ser señalada por la autoridad para que no pueda asistir a eventos deportivos durante el tiempo que ésta lo determine.

La reforma obligará a “organizadores de los eventos, propietarios de los recintos deportivos, los de equipos y las autoridades deportivas a colaborar, atender las indicaciones o recomendaciones en la materia y prestar el auxilio que requieran los propietarios de los recintos deportivos.

La seguridad en el interior de esos inmuebles y sus instalaciones anexas es responsabilidad de los propietarios y de los organizadores de las justas, atendiendo a la reglamentación de espectáculos, de seguridad pública, protección civil, limpia, ecología, alcoholes y demás relativa del municipio o delegación donde se realicen los eventos.

La Comisión Especial para la Violencia en el Deporte, creada el 7 de junio de este año, que se integra con representantes de la Conade, órganos deportivos estales y del Distrito Federal, de asociaciones deportivas nacionales, del Comité Olímpico Mexicano y del Comité Paraolímpico Mexicano, entre otros, diseña las políticas y estrategias de seguridad y de prevención de los espectáculos en los cuales pueda existir algún riesgo para la sociedad.