Raúl Vera, entre otros, demanda no criminalizar la protesta
Viernes 11 de octubre de 2013, p. 16
Poco más de 100 organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos, encabezadas por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y 81 personas a título individual, entre ellas el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, emitieron un pronunciamiento en el que expresan la defensa del derecho a la protesta y a la manifestación y divulgaron un ya basta
a la represión del Estado que impide el ejercicio pleno de las libertades
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En el posicionamiento, denominado Reprimir es un delito, expresarse una libertad, elaborado con motivo de los hechos violentos ocurridos el pasado 2 de octubre en la marcha conmemorativa de los 45 años de la matanza estudiantil ocurrida en Tlatelolco, académicos, investigadores, defensores de derechos humanos y articulistas, entre otros, exigen que se realice una investigación
y haya sanción a los agentes responsables de estas violaciones, incluyendo a toda la cadena de mando y la adopción inmediata de medidas de no repetición
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Detallan que ante la posibilidad de que ocurrieran violaciones a los derechos humanos de personas en ejercicio de su derecho a la protesta y a la manifestación
, un sector amplio de la sociedad civil compuesto por activistas y defensores de derechos humanos se articularon en formas legales y legítimas para observar el desarrollo de la marcha
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Precisaron que durante la movilización constataron que los cuerpos policiacos actuaron de manera ineficaz y desorganizada para procurar la seguridad de los asistentes a la marcha, evidenciando falta de profesionalismo y ausencia de protocolos para el uso de la fuerza, generando con ello condiciones para violaciones a los derechos humanos
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Exponen: rechazamos totalmente la violencia del Estado en contra de las y los ciudadanos
y se pronuncian en contra de la criminalización de la protesta
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Hasta ayer 111 organizaciones signaron el pronunciamiento, entre ellas la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México, la Casa del Migrante de Saltillo, los centros Antonio de Montesinos, de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y a título personal Alejandro Brito Lemus, Cristina Auerbach, Elena Azaola, John M. Ackerman, Magdalena Gómez y Manuel Fuentes Muñiz.