Aunque el programa Oportunidades fue innovador cuando se estableció, a 16 años de su creación las condiciones del país han cambiado: la pobreza rural se redujo y se elevó la urbana, y la escolaridad ha dejado de crecer, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Por ello, plantea su evaluación e incorporar los cambios que han ocurrido en el país en la alimentación, con el incremento del sobrepeso y la obesidad.

Además, los efectos de Oportunidades para romper la transmisión intergeneracional de la pobreza se han visto limitados por la falta de opciones laborales para los jóvenes beneficiarios, advierte el consejo en el informe de evaluación específica de desempeño 2012-2013 de Oportunidades.

No hay un diagnóstico que sustente los apoyos y cobertura

En el apartado de la evaluación externa del programa, refiere que se trata del programa de mayor cobertura y presupuesto de los dirigidos a la población pobre, pero sin un diagnóstico que sustente los cambios ha aumentado de forma significativa los tipos y montos de apoyo, así como su cobertura.

Señala que ha crecido la dispersión y duplicidad de esfuerzos y los costos administrativos asociados; la baja cobertura, acceso efectivo y calidad principalmente de los servicios de salud, pero también de educación, que han limitado el impacto potencial de Oportunidades en uno de sus objetivos fundamentales, mejorar el capital humano de los pobres.

Agrega que Oportunidades y los otros programas no han sido parte de una política de superación de la pobreza consistente, congruente y de largo plazo que asigne responsabilidades y metas claras a los diferentes sectores y programas.

En la sección de observaciones del Coneval, señala que este programa –el más importante del gobierno federal y en el que participan las secretarías de Desarrollo Social, Salud y Educación– centró e incorporó su población-objetivo con criterios técnicos, redujo el clientelismo político en programas sociales e incluyó desde su diseño un proceso de evaluación que lo hizo transparente y le posibilitó hacer mejoras continuas.

Este programa ha tenido avances reales que podrían revertirse sin él, pero es necesario planear y evaluar acciones complementarias que combatan eficazmente la reproducción intergeneracional de la pobreza en las áreas y grupos que muestran menos mejoras: en zonas urbanas, en mujeres jóvenes, en población en escolaridad media superior.