40 años, los mismos sueños centró su canto poético en la esperanza de más cambios sociales
Quilapayún, Inti-Illimani, Santiago del Nuevo Extremo, Los Folkloristas, Gabino Palomares y Daniel Viglietti se reúnen en el Auditorio Nacional
El público expresó su crítica a las reformas educativa y energética, su coraje, o simplemente su desacuerdo con el estado de cosas
Miércoles 2 de octubre de 2013, p. a11
El pasado lunes, en el Auditorio Nacional, Quilapayún, Inti-Illimani, Santiago del Nuevo Extremo, Los Folkloristas, Gabino Palomares y Daniel Viglietti dieron un concierto que revivió el ambiente y el ánimo de recitales de los setenta y ochenta, cuando el canto poético y político centraban su decir en la esperanza del nacimiento del hombre nuevo, de caminar libres en alamedas, de tener claro que esta tierra es nosotros y no del que tenga más.
Entre cada intervención, el público expresó su ideología, su marxismo leninismo, su guevarismo o zapatismo, su crítica a las reformas educativa y energética, su coraje, o simplemente su desacuerdo con el estado de cosas. Parecía un Festival de Oposición, cuando la izquierda se aglutinaba en un polo contra la derecha.
Entre las protestas y consiganas, una de las más aplaudidas fue la de Héctor Bonilla, quien convocó a que el próximo viernes ningún mexicano vea el programa de Laura Bozzo. Hagamos un silencio contra Televisa y ese programa. Pasen la voz
.
La defensa, “¡Aquí y ahora!
A lo largo de las tres horas de concierto, el apoyo al magisterio no oficial se repitió en el foro: ¡Aquí y ahora, con la Coordinadora!
Otras instaron a prepararse para defender el petróleo; unas más por la defensa de los derechos de los indígenas; muchas contra el gringo invasor...
Una idea enlazó a la totalidad y al final fue el mensaje: la esperanza está en los jóvenes, que como los del yosoy132 no son sólo un grupo, sino un movimiento. Por su inminencia, el ¡2 de octubre, no se olvida!
, fue una arenga que se llevó la noche.
En las pantallas se sucedieron las imágenes de los tres chilenos a los que se dedicó el concierto 40 años, los mismos sueños (a cuatro décadas del golpe militar contra el Gobierno de la Unidad Popular): Salvador Allende, Víctor Jara y Pablo Neruda, pronunciando discursos o frases y poemas que denotan y connotan una ética de respeto a los trabajadores, campesinos y estudiantes, que hicieron llorar a muchos asistentes al Auditorio Nacional.
Se vio a Allende en su discurso en Guadalajara, señalando que la presencia de alumnos de las clases más pobres en las universidades es muy baja. El día atroz en que el general Augusto Pinochet traicionó a su presidente y con los milicos bombardeó el Palacio de la Moneda. Las últimas dramáticas palabra de Allende a su pueblo, sin caer en sensiblerías de creerse mártir. A Pinochet lo apoyó Killinger... no, digo Kissinger
, acotó Patricio Castillo, quien pidió a los jóvenes tener paciencia porque los cambios sociales no son rápidos, y presentó a Daniel Viglietti, uruguayo universal que citó la vez en que Víctor Jara le pidió permiso para grabar dos canciones de su autoría. Como si eso hiciera falta
, comentó Viglietti, quien cantó A desalambrar, una melodía cuya letra quita telarañas y hace ver claro que si su canto molesta es a un gringo o a un dueño de este país.
Daniel dijo a los asistentes: No olvidamos el asilo de México
.
Cada uno de los maestros de ceremonia se despidieron con la frase total Por aquí pasaron los hombres libres
.
Luisa Huertas destacó el trabajo de Víctor Jara y anunció la actuación de Gabino Palomares, cantor, ser humano comprometido con los explotados y quien ha llegado a etapas de depresión por los fraudes electorales. Entre otras, interpretó Maldición de Malinche, que se escuchó vigente y profunda, a pesar de que él mismo ha dicho que la hizo cuando creía que los marxistas eran los nacidos en marzo.
“Por aquí pasaron hombres libres“
Evangelina Sosa anunció a Santiago del Nuevo Extremo, que con su sonido de vanguardia dio un tono calmo a la velada. Su nivel musical es alto y su idea quedó clara: la moral de una persona se define en tanto que se preocupa de si en la mesa de los demás hay pan.
Virgilio Caballero fue recibido con aplausos y anunció a Los Folkloristas, que tocaron Tierra mestiza y La paloma. El México profundo puso la piel de gallina. Una emoción removió el alma con Vientos del pueblo, de Víctor Jara.
El actor Jorge Zárate repitió: Por aquí pasaron hombres libres
, para dar lugar a la participación de Inti-Illimani, que hizo renacer el orgullo cececachero, puma y politécnico de quienes no les queda el saco del poema de José Emilio Pacheco: ... somos todo aquello contra lo que luchábamos a los 20 años...
. Los chilenos calaron con La gran traición, Participación, circo o temor; y el grito de guerra Plegaria de un labrador.
Entonces entró Héctor Bonilla, quien anunció a Quilapayún, que cantó las combativas Pueblo unido, que fue coreada: ¡...jamás será vencido!