En la Cátedra Ingmar Bergman se abordará el bicentenario del compositor alemán
con el fanatismo que suscita la estética avasalladora de Wagner
Ponerlo en una esquina no sirve, pues tiene muchas aristas, opina Reinhard Waiworm
Martes 1º de octubre de 2013, p. 8
A dos siglos de su nacimiento, el compositor alemán Richard Wagner (1813-1883) sigue creando controversias. Sin embargo, hoy es necesario escucharlo y repensar su obra sin prejuicios ni fanatismos, coinciden Reinhard Waiworm, director del Goethe Institut Mexiko, y el director de ópera Sergio Vela, a unos días de la sesión extraordinaria de la cátedra Ingmar Bergman con el tema Wagner, 200 años después.
El programa, que comenzó el domingo pasado y prosigue el 1º, 2 y 3 de octubre, incluye un concierto, dos conferencias magistrales, una mesa de reflexión y un ciclo de cine. Está organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Goethe y el Patronato de la Industria Alemana, con sedes en el instituto (calle Tonalá 43, colonia Roma), Radio UNAM, la sala Silvestre Revueltas y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (Muca).
Siempre controversial
Con Richard Wagner y su obra estamos frente a algo muy especial: es controversial, siempre lo fue, todavía lo es. Es obviamente un desafío para todos los músicos, pero también lo es en una discusión pública. Hasta hoy día las puestas en escena de Wagner en Bayreuth especialmente en las últimas décadas resultaron en grandes discusiones, escándalos y obviamente Wagner tiene algo muy especial: fue una persona entre el siglo romántico y el moderno, y creo que esta frontera es lo que es muy especial con él
, señala Waiworm en entrevista.
Si se revisan los calendarios de los grandes teatros de ópera en el mundo, no solamente en este año, Wagner tiene un papel importantísimo, tiene un papel en un debate filosófico, siempre era una persona utilizada por otros, por ejemplo, pensemos su vinculación con Hitler, aunque vivieron en diferentes tiempos. Wagner es conocido como antisemita, pero ponerlo en una esquina no sirve, es una figura de muchas aristas, no sólo esa
.
Muchos se alejan de la obra wagneriana por su relación con Hitler, por el hecho de que el dirigente nazi lo haya tenido como su compositor favorito. Reducen a Wagner igual a Hitler, pero vemos muchos esfuerzos de cineastas, directores de ópera, para reinterpretar su obra
, añade el director del Goethe Institut Mexiko.
Wagner puede ser reinterpretado, quiere ser reinterpretado. Esta reflexión a 200 años de su nacimiento es una revisión de la calidad estética porque hay tantas maneras de entender su música que todo tiene su valor y justificación
.
La idea detrás de este programa de aniversario era hacer un debate porque hay una fascinación, porque es una persona discutida, muy controversial, y por eso invitamos a especialistas: un dramaturgo, una profesora de ciencias culturales, un sicólogo, quien está también en el marco del cine; Sergio Vela como el especialista de Wagner en Latinoamérica y queremos debatir desde diferentes ángulos
.
Para Sergio Vela esta es la gran oportunidad para cuidarse de los prejuicios y de los fanatismos. Hay que tener mucho cuidado con el fanatismo que suscita una estética avasalladora
, como lo es la de Richard Wagner, quien influyó no sólo en la música, sino también en el teatro, la pintura y la poesía.
Creo que la música de Wagner tiene un valor incuestionable, desde un punto de vista técnico, es incuestionable también que es uno de los compositores más influyentes y no solamente en la música sino sobre las distintas artes. Aun los más grandes detractores de Wagner reconocen su grandeza
, añade Vela.
La carga de asociarlo con un fenómeno particular de su vida que es el antisemitismo. Un antisemitismo que no halla justificación pero que debemos tratar de explicar que no es lo mismo, como fruto de sus propios prejuicios, de los prejuicios de una época, de sus propios complejos de inferioridad ante compositores judíos que habían triunfado antes que él, y a quien ulteriormente debió favores, y él mismo tuvo relación amistosa con muchos judíos. Entonces hubo un antisemitismo virulento pero contradictorio, es incuestionable, que el antisemitismo de Wagner es un estigma propiciado por el propio Wagner
.
El antisemitismo “es una mancha en la trascendencia de Richard Wagner que se agravó por una circunstancia completamente ajena y es que a Hitler le gustaba su música, genuinamente le gustaba, aunque no creo que haya entendido jamás el mensaje de Richard Wagner porque, por ejemplo, si vemos El anillo del nibelungo habla de la destrucción del mundo por la ambición del poder en contraste con el amor”.
Encuentro importantísimo
No se libra de la polémica el Festival de Bayreuth, aun cuando en los años recientes se ha reinterpretado. Agrega Vela: “Digamos que llevamos cerca de 40 años en que la corrección política sugiere que hay que identificar a Wagner con el antisemitismo y se ha llegado al extremo de querer encontrar antisemitismo en cada una de sus obras.
“Me parece que es una exageración, y una desvirtuación. Creo que es importantísimo que tengamos un encuentro de esta índole porque nos permite criticar, e incluso criticar las críticas, reflexionar sobre las críticas que se le han hecho a Wagner, porque finalmente una obra es clásica en la medida en la que admite reinterpretación.
¿Por qué hablamos de Richard Wagner? Porque es un autor clásico, y lo es porque la importancia de su contenido no sufre mengua alguna en el transcurso del tiempo, el tiempo no ejerce usura sobre la obra de un clásico y la obra de Wagner, en ese sentido, es clásica
.
El programa completo de Wagner: 200 años después puede consultarse en la siguiente liga.