La Habana, 27 de septiembre.

Cuba aprobó una nueva política de pagos en el deporte, encaminada a subir los salarios de sus atletas y a permitir que sean contratados en el exterior, reportó la prensa oficial, en la última de un conjunto de reformas adoptadas por el gobierno comunista.

La medida se dio a conocer en medio de una ola de deserciones, principalmente en beisbol, que está dejando al deporte local sin figuras destacadas para competencias en Juegos Olímpicos, campeonatos mundiales y otros torneos de primer nivel.

Un medallista en justas veraniegas ganará mil 500 pesos mensuales (62 dólares), uno de Mundial, mil 300 (54 dólares), de Panamericanos, mil 200 (50) y de Centroamericanos, mil 100 (46), mientras los integrantes de la selección nacional de beisbol que participen en el campeonato local percibirán mil (42).

Además, habrá un pago adicional de estímulos a deportistas y entrenadores por rendimientos y resultados, y la entrega a los atletas de 80 por ciento del monto de los premios internacionales que ganen. Antes era de apenas 15 por ciento.

La política suscrita por el Consejo de Ministros, para la que se estudiaron experiencias internacionales, incluidas 10 leyes del deporte en varios países iberoamericanos, tiene como principio fundamental el perfeccionamiento del pago que actualmente se entrega a deportistas, entrenadores y especialistas, informó el diario oficial Granma.

El gobierno cubano ha denunciado en reiteradas ocasiones lo que considera robo de talentos –como describe a las deserciones–, como parte de más de medio siglo del embargo económico de Estados Unidos, que impide cualquier transacción con deportistas que residan en la isla.

Alrededor de unos 21 peloteros cubanos han desertado de los equipos locales y han conseguido contratos millonarios en la gran carpa estadunidense, saliendo de la isla en balsas y hasta en lanchas de contrabandistas.

La posibilidad de que los caribeños sean contratados en territorio estadunidense estaría sujeta a las leyes del embargo de Washington contra Cuba, que desde hace 51 años prohíbe casi todas las transacciones comerciales.

Los cubanos necesitaron un permiso especial del gobierno estadunidense para participar en las tres ediciones del Clásico Mundial de beisbol (2006, 2009 y 2013) que organizan las Grandes Ligas.

De igual manera, el regreso de un representativo de ese país a la Serie del Caribe está sujeto a la aprobación de Washington.

El éxodo de los deportistas caribeños se atribuye fundamentalmente a los bajos salarios, de alrededor de 20 dólares mensuales que actualmente perciben en la isla, lo que contrasta con las potenciales ganancias en el extranjero.

Un atleta de alto rendimiento (es el que) cumple su compromiso con los equipos nacionales y tiene la posibilidad de contratarse en otros conjuntos en el exterior, protegido por el Instituto Cubano de Deportes (Inder) y las federaciones deportivas, sin ser tratado como una mercancía, añadió el periódico del gobernante Partido Comunista.

La administración del presidente Raúl Castro calificó como “justa la decisión de perfeccionar la remuneración para atletas (…) Al mismo tiempo hubo consenso en que se trata sólo del comienzo del camino”, dijo Granma.

No obstante, los deportistas, aunque sean contratados en el exterior, deberán participar en Cuba en las competencias fundamentales del año, aclaró el diario estatal.

La isla apostó por el deporte amateur desde principios del gobierno de la revolución que encabezó el ex presidente Fidel Castro en 1959, y rechazó toda aproximación a la actividad profesional.

El país caribeño es considerado la principal potencia olímpica de la región y ha visto peligrar su reinado en Latinoamérica rumbo a los Juegos Centroamericanos de Río de Janeiro 2016, luego de que en Pekín 2008 cedió el trono a Jamaica y Brasil, después de dominar de 1972 a 2004.

La nueva forma de pago para la mayoría de los deportistas regirá a partir de enero de 2014, aunque para los peloteros cubanos entrará en vigor desde el próximo 3 de noviembre, fecha en que se inaugurará la Serie Nacional 2013-2014, y el equipo campeón recibirá un premio de 65 mil pesos (2 mil 700 dólares).

Sin dar detalles, Granma informó que los ingresos personales de los deportistas serán objeto del pago de impuestos, excepto en los casos de las contrataciones personales de atletas, entrenadores y especialistas en el exterior.

Desde la revolución, que abolió el deporte profesional en 1961, pocos peloteros cubanos que viven en la isla han sido contratados en ligas en el extranjero y este año la federación local del deporte aceptó algunos casos.

En los tiempos recientes la isla ha dado también otros pasos para reincorporarse parcialmente al deporte rentado. Por ejemplo, su participación este año en las Series Mundiales de Boxeo semiprofesionales de la Asociación Internacional de Aficionados.