Boca del Río, Ver., 21 de septiembre.

Ofrecer una atractiva y cuidada programación fílmica en la Cumbre Tajín, con miras a que en un futuro cercano evolucione y se convierta en el primer festival de cine indígena en México, es uno de los objetivos de Salomón Bazbaz Lapidus, director del encuentro cultural que cada año se realiza en Papantla, Veracruz.

En entrevista, Bazbaz Lapidus explicó que la Cumbre Tajín alberga distintas manifestaciones artísticas, y su intención es abrir más espacios a películas realizadas en la región que no tienen proyección en las salas de cine.

Nuestra idea es ofrecer una programación equilibrada, integrada por cortometrajes y quizá un largometraje que aborden temáticas como las tradiciones del país o el cuidado a la naturaleza, lo que nos interesa es dar a conocer las producciones emblemáticas que tienen que ver con los pueblos indígenas, expresó.

Bazbaz, quien participó en la Primera Reunión Nacional de Comisiones Fílmicas que se realiza en el World Trade Center de esta ciudad, destacó que el interés de incluir un atractivo programa de cine en la Cumbre Tajín es con miras a impulsar un festival de cine indígena en México, que podría arrancar en este marco y eventualmente tener su propia vida.

Festival de talla internacional

Creo que es necesario que el público conozca el trabajo fílmico que hacen los mayas, los seris, los yaquis, porque el mundo del cine ha cambiado, porque antes era el cineasta quien llegaba a filmar las comunidades, ahora son los integrantes de esas comunidades los que se retratan a sí mismos y eso es digno de promover, aseguró.

Para lograr este objetivo, Salomón Bazbaz sabe que es necesario contar con la infraestructura y los enlaces necesarios con festivales de todo el mundo, escuelas de cine y provedores de equipos fílmicos, pero ya estamos trabajando en ello.

Sobre la celebración de los 15 años de la Cumbre Tajín, que se llevará a cabo en 2014, su director adelantó que será una fecha especial y por ello preparan grandes sorpresas, entre ellas, un encuentro de patrimonios de la humanidad en todo el mundo, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), así como un innovador recorrido por la zona arqueológica, nuevas proyecciones.

Además se trabaja en el fortalecimiento del Centro de las Artes Indígenas y en un atractivo cartel musical y cultural, a diferencia de otros años, ahora son los artistas los que nos piden formar parte de la programación, por el momento sólo puedo adelantar que el público será gratamente sorprendido.

En 2014 Cumbre Tajín cumplirá 15 años, por lo que se preparan varias sorpresas, entre ellas, un encuentro de patrimonios de la humanidad de todo el mundoFoto Roberto García Rivas

Salomón Bazbaz apuntó que hay artistas consolidados de Estados Unidos y Europa que ya externaron su interés por estar en la Cumbre Tajín, incluso gente que nunca imaginamos que pudieran estar, lo cual habla de la consolidación de la cumbre como un festival de talla internacional.

Finalmente, vio con buenos ojos la idea de hacer un festival similar a la cumbre en San Andrés Tuxtla, Veracruz, es grato saber que servimos de modelo para otros festivales, lo único que deseamos es que se haga con la calidad que merece, que tenga un proyecto de desarrollo social y creación artística detrás para que pueda tener continuidad.

De Totonacapan para el mundo

Por otra parte, tres generaciones de cortometrajistas, cuyos trabajos han sido exhibidos en festivales internacionales, egresaron de la escuela de cine del Centro de las Artes Indígenas (CAI), que tiene como principal labor impulsar la creación fílmica en la comunidad del Totonacapan.

El CAI es un espacio de diálogo, reflexión y análisis para la regeneración cultural de la región, que involucra distintas disciplinas, música, pintura, teatro, filosofía y también cine.

Fue el interés de los propios totonacas por registrar en video sus costumbres e inquietudes, lo que motivó la creación de la primera escuela de cine en la región, que tiene dos ejes principales: la formación de jóvenes cineastas mediante el taller de cortometraje y la difusión de los trabajos en las comunidades del Totonacapan por medio del proyecto Cine Club, además del intercambio con otros pueblos del mundo, de la experiencia y riqueza creativa mediante la exhibición de los cortos resultantes.

Al respecto, el cineasta Ricardo Benet, quien imparte los talleres, explicó que cuando él se integró al proyecto propuso que los trabajos que ahí se realizaban no quedaran sólo como un registro, sino que se pudieran producir como cortometrajes y que tuvieran la oportunidad de exhibirse en diversos foros y festivales.

Recordó que de la primera generación del taller salieron siete cortometrajes, que tuvieron la suerte de proyectarse en unos seis festivales internacionales, mientras que la segunda y tercera generaciones estuvieron más motivadas y en total se han desarrollado más de 20 cortos.