Karlsruhe/Berlín, 20 de septiembre.

La coreógrafa alemana Sasha Waltz rompe las barreras entre la danza y el museo con una exposición en el Centro de Arte y Tecnología mediática (ZKM) de Karlsruhe, con motivo del vigésimo aniversario de su compañía de danza.

Para Waltz, nacida en la ciudad de Karlsruhe, supone el regreso a sus inicios. En el pasado quise ser artista plástica, ahí están mis raíces, de ahí evolucioné hacia la danza. Este aspecto visual marca mi trabajo, comenta en una entrevista.

Videoinstalaciones y danza en vivo

La exposición que se inaugurará el 27 de septiembre no se limitará a mostrar imágenes o videoinstalaciones de sus obras Cuerpo y Dido & Aeneas, sino también se podrá disfrutar de piezas de danza en vivo con bailarines de la compañía de Sasha Waltz.

La famosa coreógrafa alemana de 50 años busca así un cambio de perspectiva dentro del área fronteriza entre el arte plástico y la danza.

Sin embargo, no es la primera vez que Sasha Waltz lleva su danza a un museo. Con su serie Diálogo, su compañía actuó en diferentes espacios berlineses, como el Museo Judío o el Neues Museum.

“Un museo es, naturalmente, muy diferente a un escenario. La puesta en escena en un teatro es para un público a gran distancia.

Muchos detalles se pierden. En un museo, el espectador puede elegir el sitio donde observar a los bailarines y acercarse a ellos. En la exposición en el ZKM siempre va a haber actuaciones en vivo de bailarines, explica.

No obstante el gran éxito que cosecha con sus actuaciones, Waltz se lamenta que no sea suficiente para sobrevivir en tiempos de crisis donde la danza y el ballet en Alemania son con frecuencia las primeras víctimas en los debates sobre medidas de austeridad.

Desgraciadamente la danza es vista como una forma artística menor, a pesar de que las actuaciones cuentan con un gran número de público.