Un estudio del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), de consulta necesaria para la Secretaría de Gobernación, informa de la existencia de seis zonas generadoras de avenidas súbitas (inundaciones) en Acapulco.

En la página 26 de este documento –elaborado en 2004 y actualizado a 2013 en versión electrónica en la página del Cenapred Publicaciones– puntualiza estas áreas de alto riesgo:

Pie de la Cuesta 1, Pie de la Cuesta 2, Coloso, Juan Álvarez Superior (Aguas Blancas), Juan Álvarez Total (Aguas Blancas), Palma Sola-Camarón Superior, Palma Sola-Camarón Total y Costa Azul.

El estudio advierte que, en cuestión de minutos, en esas zonas las pequeñas corrientes pueden transformarse en violentos torrentes capaces de causar grandes daños.

En el caso de Acapulco, el tiempo de peligro convertido a desastre es de 23 a 69 minutos.

Por ejemplo, Pie de la Cuesta 2 tiene un área menor a un kilómetro cuadrado que puede cubrirse de agua en menos de media hora, mientras Palma Sola-Camarón Total, de 12.6 kilómetros cuadrados, tardaría una hora en inundarse.

Donde antes una tormenta humedecía la tierra y regaba la hierba y los árboles, ahora bastan unos cuantos minutos para generar una avenida que arrastra todo lo que encuentra a su paso, advierte.

La clasificación de inundaciones es de acuerdo con el tiempo de respuesta de la cuenca: hay algunas lentas y las otras súbitas; estas últimas tienen mayor efecto devastador en zonas urbanas, como consecuencia de la cubierta impermeable formada artificialmente por edificios y calles, así como por la deforestación. Debido a ello, el agua no puede filtrarse y prácticamente todo el volumen precipitado se convierte en escurrimiento.

Por ejemplo, se explica en el texto, una corriente de agua con 60 centímetros de altura puede arrastrar a la mayoría de los automóviles convencionales.

Además de las seis zonas de Acapulco, puede haber inundaciones súbitas en Motozintla y Tapachula, Chiapas; un área de Baja California Sur (arroyo El Zacatal); Topo Chico, Monterrey, Nuevo León, y en siete áreas de Baja California.

Otras fuentes de información para la Secretaría de Gobernación son los alertamientos por fenómenos meteorológicos que pondera, por color, el nivel de alerta.

En mayo pasado, en una ponencia en la agencia para la prevención de riesgos de Naciones Unidas, el coordinador nacional de Protección Civil de México, Luis Felipe Puente, destacó la necesidad de privilegiar los elementos preventivos; dijo que con esa premisa iniciaba, en la materia, el gobierno de Enrique Peña Nieto.