Sábado 14 de septiembre de 2013, p. a16
El tema del género musical conocido como spirituals
es la libertad.
A partir de ese enunciado, Bobby McFerrin construyó su nuevo, fascinante disco: spirityouall, jugoso juego de jolgorio y de palabras: spirit you all: todos ustedes son espíritu y, por extensión, espíritu somos todos.
El Disquero ha repetido de manera incesante las últimas semanas la escucha de los tracks 4, 9y 11 de este disco, aunque en realidad el álbum entero es una maravilla.
Los cortes mencionados son ejemplos formidables de una manera nueva, más intensa aún, de interpretar el blues. En labios, boca y órganos fonadores de Bobby McFerrin, el blues se escancia en el, diría el clásico argentino, jardín de los senderos que se bifurcan: del blues nacieron el gospel, el bluegrass (track 11), el soul, el funky, entre otras músicas nutricias, de las cuales el spiritual reina sempiterno.
El disco tiene entonces distintas direcciones como signos: en primer lugar, es un homenaje de Bobby McFerrin a su padre: Robert McFerrin, quien fue el primer cantante de ópera negro que se presentó en un papel estelar en la Metropolitan Opera Company. Llevó el papel protagonista de Rigoletto en el Met y en la New York City Opera; entre sus múltiples trabajos, dobló
la voz del actor Sidney Poitier en la versión fílmica que se hizo en Hollywood de la ópera Porgy and Bess, de George Gershwin y también fue el más grande cantante del género, conocido técnicamente como American Negro Spiritual.
Quizá el más importante y el mejor disco de spirituals que se hayan grabado, es Deep River, que lanzó en 1957.
Robert McFerrin Senior fue quien llevó por vez primera la dignidad y belleza de los spirituals a las salas de concierto. Asesoró en ese territorio a la también legendaria Marian Anderson, la primera cantante de ópera negra aceptada en el Metropolitan Opera. Marian vivía en el mismo edificio que los McFerrin y era común que todos en casa, juntos, cantaran spirituals, cuando Bobby era niño.
Ese disco Deep River, lo inició en su momento don Robert McFerrin con el spiritual Everytime. El disco de su hijo, Bobby McFerrin, titulado spirityouall, inicia con ese mismo spiritual, Everytime, con la participación magnífica de Esperanza Spalding, una de las heroínas del Disquero y quien canta a dúo con Bobby en este y otros dos tracks del disco (swing low, track 2, y whole world, track 7). De maravilla.
Los spirituals que nacen de Bobby McFerrin se ciñen a los cánones pero presentan frescura, diversidad, innovación y magia. Sus celebradas improvisaciones vocales, desde el scat hasta los confines de la invención pura, alimentan la energía interior, la incandescencia que anima el disco entero, dotado de un sentido de espiritualidad y gozo incomparables.
En el cuadernillo del disco, Bobby se une a distintas voces de expertos en el género spiritual: no se necesita ser cristiano, dicen todos ellos, para experimentar, entender, recibir el mensaje noble y edificante, liberador de esta sucesión de spirituals clásicos y creaciones propias y una versión formidable de i shall be released, de Bob Dylan.
Los cantos spirituals, define Bobby McFerrin, nos unifican y enaltece la parte más profunda de la humanidad, que consiste en que cada uno de sus integrantes, siendo la humanidad un gran espíritu, sea una persona gozosa, ética, amable, compasiva.
Eso es el espíritu.
