Madrid, 11 de septiembre.

En México entramos a un proceso de regresión en materia de derechos humanos, en el que, como ocurrió durante siete décadas de régimen priísta, se fomenta el autoritarismo y el presidencialismo, afirmaron las representantes de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos y Todas (Red TDT) y del centro Fray Juan Larios, de Saltillo, Coahuila.

Estas organizaciones recibieron el pasado martes en Madrid el premio Rey de España en Derechos Humanos, de manos del jefe de Estado español, en un acto que también sirvió para advertir sobre el deterioro que sufre México en esta materia y en la situación de amenaza constante en la que trabajan los defensores.

En entrevista con La Jornada, Agnieszka Raczynska, de la Red TDT, y Blanca Martínez, del centro Fray Juan Larios, advirtieron que en años recientes se han hecho frecuentes las amenazas de empresas privadas, que intentan controlar un territorio para desarrollar proyectos energéticos, turísticos o mineros. Entre las firmas que utilizan estos mecanismos de presión señalaron a las corporaciones españolas que controlan en México el sector de la energía eólica.

El galardón concedido por el Rey Juan Carlos sirve como un reconocimiento que permite visibilizar que el trabajo de los defensores en México se hace en un contexto de violencia e inseguridad, explicó la representante de la Red TDT, quien reconoció algunos avances legislativos, que a su juicio ahora están amenazados por la regresión que vivimos.

En México padecemos constante tensión y la amenaza de que puede retroceder lo que se ha avanzado. No estamos tranquilos de que lo ganado ya esté sellado y no tenga vuelta atrás, lamentó.

Mientras que Blanca Martínez, del centro Fray Juan Larios, advirtió que “podemos enfrentarnos ahora a nuevas prácticas de simulación democrática, que vienen sobre todo desde el Legislativo y que van encaminadas a la negación de conquistas sociales.

“La reforma laboral es una clara apuesta antiderechos humanos y que está acorde a la lógica de la explotación. Es decir, de la acumulación de capital a costa de los seres humanos.

“O la tendencia privatizadora del sector salud y la educación. Toda la famosa reforma educativa, que en realidad va encaminada a la negación de derechos de los sindicatos.

De hecho, en la educativa no se plantea nada que tenga que ver con elevar los niveles de la educación o garantizar el acceso de los ciudadanos. Es más bien una medida coercitiva que va encaminada a hacer desaparecer gremios que históricamente han sido contrapesos políticos y sociales.

Con relación a la situación de los derechos humanos un año después de la llegada al poder de Peña Nieto, ambas defensoras advirtieron que estamos frente a la amenaza de la regresión y de la vuelta al autoritarismo y el presidencialismo exacerbado. “Una de las virtudes del PRI ha sido su capacidad de reciclarse sin perder su esencia, que no es precisamente un ideal democrático.