Obtuvo el martes prisión domiciliaria
Jueves 12 de septiembre de 2013, p. 17
José Antonio Zorrilla Pérez, identificado por las autoridades como el autor intelectual del homicidio del periodista Manuel Buendía Tellezgirón, solicitó desde 2001 la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para que se le concediera la prisión domiciliaria; sin embargo, nunca mostró interés en ratificar sus peticiones.
Zorrilla Pérez fue detenido en junio de 1989 tras ser identificado como el autor intelectual, casi cinco años después de ocurrido el asesinato del autor de la columna Red Privada, quien fue abatido a tiros al salir de su oficina que se localizaba en un edificio del cruce de Insurgentes y Reforma, donde un hombre le disparó en cinco ocasiones y luego subió a una motocicleta que era conducida por Rafael Moro Ávila, sobrino del presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946).
Envío varios escritos para pedir revisión de su caso
Funcionarios capitalinos revelaron que desde 2001 el que fuera titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) envió escritos solicitando la intervención de la CDHDF para que se revisara su caso. Inicialmente argumentó que era un preso que había cumplido los requisitos de ley para obtener beneficios carcelarios.
Sin embargo, en 2009 pidió que se considerara candidato a prisión domiciliaria por enfrentar graves problemas de salud, y tener derecho a ese beneficio.
Los funcionarios entrevistados señalaron que la CDHDF nunca intervino o dio inicio a alguna queja, porque Zorrilla Pérez no ratificó sus escritos.
En febrero de 2009 logró hacerse acreedor al beneficio de la libertad anticipada y a consideración de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal el interno había cumplido con las condiciones para obtener su libertad por buena conducta, trabajo en prisión y haber pasado dos terceras partes de su condena de 29 años sin tener registros que afectaran su expediente.
Su libertad duró cuatro meses, pues en junio de 2009 se ordenó su reaprehensión porque durante una revisión de su caso las autoridades descubrieron que no había cumplido algunos requisitos, entre ellos, entregar una constancia de que tenía una oferta de empleo y contar con un aval moral que se obligara a mantener a disposición de las autoridades –si así se requería– a Zorrilla Pérez.
El ex director de la DFS regresó al Reclusorio Oriente de la ciudad de México en 2009 a continuar cumpliendo su condena, pero el martes pasado una juez del fuero común ordenó que obtuviera el beneficio de prisión domiciliaria, a los 66 años de edad.