Santiago, 11 de septiembre.

Chile conmemoró este miércoles 40 años del sangriento golpe de Estado con el que el general Augusto Pinochet Ugarte derrocó al presidente democrático Salvador Allende, con un llamado del presidente de Chile, el conservador Sebastián Piñera, a superar los traumas del pasado, y la demanda de la senadora Isabel Allende, hija del desaparecido líder socialista, a que la verdad y la justicia permitan la reconciliación entre los chilenos.

Una homilía en el presidencial palacio de La Moneda, bombardeado el 11 de septiembre de 1973, marcó el inicio de los actos conmemorativos precedidos por una noche de enfrentamientos entre manifestantes y carabineros que provocaron al menos 68 detenidos y cinco automóviles quemados.

Tras el acto religioso, Piñera expresó que llegó el tiempo, después de 40 años, no de olvidar, pero sí de superar los traumas del pasado. El mejor legado que podemos entregarle a nuestros hijos es heredarles un país reconciliado y en paz.

En su discurso, Piñera condenó a los responsables directos de la sistemática violación de los derechos humanos en Chile durante la dictadura (1973-1990), pero también de los que pudieron haber hecho más porque tenían cargos de responsabilidad, influencia o investidura, y simplemente no lo hicieron.

Gobierno e izquierda recuerdan la asonada por separado

El mandatario añadió que para poder seguir reconciliando nuestro país, vamos a tener que seguir avanzando por los caminos de la verdad y de la justicia.

El gobierno de Piñera y la oposición de centro izquierda conmemoraron en actos distintos el aniversario del golpe militar que derrocó a Allende.

Piñera no logró que ningún dirigente opositor asistiera a los actos organizados por el gobierno debido a la presencia de pinochetistas en los mismos.

Horas antes, frente a la estatua de su padre, la senadora Isabel Allende abogó para que la verdad y la justicia permitan la reconciliación entre los chilenos, distanciados desde la sublevación militar que en 1973 dio paso a una dictadura que asesinó 3 mil 200 personas, desapareció a mil y torturó a otras 38 mil, además de enviar al exilio a miles más.

Salvador Allende Gossens, que llegó al poder con la determinación de alcanzar el socialismo mediante la vía pacífica, prefirió suicidarse con el fusil que le regaló su amigo, el entonces presidente cubano Fidel Castro, para no caer en manos de los golpistas.

Nos enseñó un camino, un camino que era necesario y posible, un camino de profundos cambios sociales en democracia, pluralismo y libertad, dijo Isabel Allende.

Acompañada de su hermana Carmen Paz y sus sobrinos Alejandro y Amaya, afirmó que sólo la verdad y la justicia nos van a permitir rencontrarnos como país, con los valores éticos, con los valores de nunca más romper la democracia, nunca más un golpe de Estado, nunca más quebrar el orden institucional.

Al término de su discurso, a través de los altoparlantes se escuchó el último mensaje de Allende, que en una parte dice: pagaré con mi vida la lealtad del pueblo, momento en que Amaya no pudo contener las lágrimas.

En las calles, la jornada arrancó con bloqueos al tránsito vehicular en diversos puntos de la capital y disturbios desde anoche y hasta la madrugada de hoy en barrios periféricos de Santiago, que se saldaron con 68 personas detenidas y cinco automóviles quemados, según un informe de la policía local.

Los incidentes ocurrieron en 10 comunidades de Santiago donde fueron quemados vehículos, se incendiaron barricadas y manifestantes se enfrentaron con los carabineros.

El ministerio del Interior y Seguridad dijo que los hechos habían sido menores a lo previsto gracias a los 8 mil efectivos desplegados en las calles.

En Venezuela y Cuba también se rindió homenaje al dirigente de la Unidad Popular. En Caracas, Nicolás Maduro encabezó una concentración y reconoció a Allende como un hombre que buscó un espacio para la justicia social. Desde su cuenta de Twitter dijo que el presidente Salvador Allende es un ejemplo de cómo se lucha con honestidad.

En Cuba recordaron a Allende con un acto central en el hospital de La Habana que lleva su nombre, al recordar la estrecha amistad entre el presidente chileno y el líder cubano Fidel Castro, así como con una ofrenda floral colocada al pie de la estatua de Allende en la emblemática avenida de Los Presidentes de la capital de la isla.

Algunas personalidades también hicieron declaraciones con motivo del 40 aniversario del golpe de Estado en Chile.

Pinochet, el rostro más odioso de las dictaduras de AL: Insulza

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, sostuvo que Pinochet sigue siendo hoy el rostro más odioso de las dictaduras latinoamericanas. Añadió, desde Roma, donde está de visita oficial, que el golpe militar destruyó la democracia en Chile e inició una sangrienta dictadura que a través de ejecuciones sumarias, desapariciones forzadas, torturas y encarcelaciones masivas, el exilio de cientos de miles de perseguidos y la supresión de todas las libertades y derechos ciudadanos, se convertiría en símbolo de las violaciones de derechos humanos en el mundo.

En tanto, Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz, dijo que lo que ocurrió a Chile está sucediendo hoy en América Latina bajo nuevas formas. Ha pasado con el golpe en Venezuela, en Honduras, en Paraguay y otros intentos fallidos en Ecuador y Bolivia, e instó a la unidad continental por medio de una Unión de Naciones Sudamericanas y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

En octubre próximo varias personalidades participarán en el proyecto Salvador Allende: voces a 40 años, una aplicación para Ipad, en la que el filósofo estadunidense Noam Chomsky, Yoko Ono, el actor mexicano Gael García Bernal, el cantautor brasileño Gilberto Gil, el cubano Pablo Milanés, el juez español Baltasar Garzón y la vocera de las abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, entre otros, pronunciarán el último discurso del ex presidente chileno transmitido por la Radio Magallanes: Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores, dice Milanés en una réplica del final de la proclama de Allende: Allende voces.