El historiador y antropólogo Alfredo López Austin es un hombre sabio que ha sabido penetrar en los arcanos del pensamiento de ayer y hoy, definió ayer el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma durante la inauguración del coloquio en homenaje a ese reconocido investigador y académico mexicano.

La obra de Alfredo está allí, sus estudios profundos son pilar esencial para conocer el pasado y el presente, su figura como maestro sigue permeando en nuevas generaciones de futuros investigadores y su actuar como hombre de bien continúa siendo ejemplo para todos nosotros, recalcó Matos Moctezuma en la ceremonia, la cual tuvo lugar en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología.

Afirmó que la arqueología, documentos y testimonios novohispanos y la manera como los pueblos indígenas contemporáneos interpretan el mundo, son las fuentes que han permitido a López Austin acceder al conocimiento de la forma de pensar antigua y moderna de nuestro país.

Al respecto, Cristina Oehmichen, directora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) –del cual es miembro Alfredo López Austin–, subrayó que dicho especialista, con su trabajo, ha establecido un puente entre lo que es la historia antigua y los trabajos etnológicos y antropológicos que permiten dar cuenta del núcleo duro que comparten las diferentes culturas mesoamericanas en la actualidad.

El trabajo de Alfredo se ha orientado al conocimiento de la población antigua, pero también al de los pueblos actuales, a las culturas vivas de este México tan diverso y tan plural, a partir de sus diferentes expresiones culturales, creencias, sistemas religiosos y cosmovisiones que se funden con el sincretismo de las culturas europeas, indicó.

Mediante sus investigaciones se busca trazar esa continuidad entre el pensamiento antiguo y la expresión viva de las diferentes culturas de Mesoamérica.

También la directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Teresa Franco, ensalzó esa capacidad y visión del homenajeado para vivir en el pasado indígena, pero también en su presente.

Entre otros aspectos, la funcionaria recalcó que López Austin, al adentrarse en los mitos de las antiguas culturas mexicanas, ha hecho más que simple hermenéutica: Filólogo, historiador, poeta, filósofo, la obra dejada por él forma parte de nuestro patrimonio. Alfredo ha dado vida a la cultura de nuestro país, estudiándola, creándola y recreándola.

Previo al comienzo de las mesas académicas, dentro del mismo museo fue inaugurada una exposición retrospectiva sobre el historiador y antropólogo, la cual está integrada por documentos y fotografías personales, algunos ejemplares de su notable bibliografía y piezas de origen prehispánico que ilustran algunos de sus hallazgos y teorías. La muestra será llevada más adelante a Ciudad Juárez, Chihuahua, tierra natal del especialista, se adelantó.

Se anunció asimismo que como parte de este reconocimiento, el INAH, la UNAM y el Centro de Estudios Mexicanos y Mesoamericanos, instancias organizadoras del homenaje, publicaron el libro Alfredo López Austin. Vida y obra. De igual manera, se editarán las memorias de este encuentro académico, las cuales saldrán a la luz pública el próximo año.

La primera mesa del encuentro contó con la participación de los médicos e investigadores Ruy Pérez Tamayo y Fernando Martínez Cortés, así como el sociólogo José María Calderón Rodríguez, con Eduardo Matos Moctezuma como moderador.

Pérez Tamayo, quien conoce a López Austin desde 1971, lo describió como un científico en la extensión plena del término, en su condición de historiador, sociólogo, antropólogo y nahuatlato.

Se trata de un científico, de un ser humano creativo cuyo objetivo ha sido la comprensión de la naturaleza, sobre la cual ha generado valiosos conocimientos, agregó el epidemiólogo, quien preciso que por naturaleza entiende la realidad, todo lo que tiene que ver con ella, excepto lo sobrenatural, lo milagroso y lo que renuncia a la razón en aras de la fe.

Entre otros tópicos, como lo hizo su colega Martínez Cortés, el médico y divulgador de la ciencia reconoció la trascendencia de las investigaciones del historiador en torno a la historia de la medicina en las culturas prehispánicas.

Percibe el italiano Alessando Lupo el trabajo del académico mexicano como el servicio de un intelectual al pensamiento mesoamericano

Éricka Montaño Garfias

He percibido el trabajo de Alfredo no como una imposición, sino como el servicio de un intelectual genial a una materia prima tan extraordinariamente interesante, como es el pensamiento de los pueblos mesoamericanos, dijo el investigador italiano Alessando Lupo, el último de los ponentes en la segunda sesión de trabajo del coloquio en homenaje a Alfredo López Austin, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En esta segunda sesión, que se realizó de las 12:15 a las 14 horas en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, participaron los investigadores Andrés Medina, con la conferencia Los pueblos originarios de la Ciudad de México y la tradición religiosa mesoamericana; Antonio García de León tituló su discurso El dueño del maíz. Palabras, gestos e imágenes de un mito de supervivencia y de larga duración; Alessando Lupo revivió la historia de El armadillo y la serpiente: modelos de ser hombre y de ser mujer en la narrativa huave.

El investigador Jacques Galinier envió su discurso Signos coalescentes. Suturas del cuerpo-mundo en el panteón Otomí Oriental, leído por el moderador de la mesa Leopoldo Trejo.

Así, por ejemplo, Andrés Medina habló de la relación que existe entre la tradición de los tamales y atole el día de la Candelaria y el culto al joven Dios del Maíz, tomando como punto de partida tres celebraciones: Coyoacán, Iztapalapa y Xochimilco, sin hacer a un lado la definición de pueblos originarios como aquellas comunidades vivas que reactivan su cultura.

Los que participamos de la fiesta de la Candelaria, seguimos celebrando al joven Dios del Maíz sin darnos cuenta, dijo.

Antonio García de León también habló del Dios del Maíz y algunas parábolas de lo que es un mito de supervivencia. Pero antes habló de López Austin, un investigador comprometido, con su tiempo, explorador de cuevas y de templos sagrados.

El coloquio-homenaje continuará hoy en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, a partir de las 9:30 horas, con la participación de Eduardo Matos Moctezuma, José Rubén Romero, Yilotl González, Elizabeth H. Boone, Guilhem Oliver, Leonardo López Luján y Javier Noguez. Los moderadores serán Andrés Medina y María Teresa Uriarte.

Cerrará el encuentro el historiador homenajeado Alfredo López Austin, a las 13:30 horas.