Veo a Pumas como favorito, expresó el técnico Antonio Torres Servín sobre el partido de la fecha ocho, en la que el equipo de la UNAM recibirá en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria al líder América, contrincante por el que no siente miedo ni odio, sólo, dijo, una rivalidad deportiva.

Mientras las Águilas vuelan en la cima, con 13 puntos en cinco partidos, los auriazules están entre los colistas, con cuatro unidades en siete juegos. No obstante esos números adversos, el timonel consideró que el nivel creciente, así como la integración de un buen plantel con jugadores con ambición y carácter, le dan argumentos para esperar la victoria.

Vamos a encararlo con toda seriedad, trabajarlo de acuerdo con nuestras condiciones. Son partidos importantes, son clásicos y se juegan a morir en lo futbolístico, en entrega y actitud. Nosotros vamos en mejoría y como siempre hemos dicho: saldremos a proponer, a ganar y esperemos que sea un buen partido, comentó tras dirigir la práctica en la cancha dos.

El equipo del Pedregal no ha podido ganar en el presente torneo (tres derrotas y cuatro empates), y una victoria sería un buen tanque de oxígeno, así como una gran alegría para nuestra afición.

El técnico sabe que el rival es un cuadro que comenzó de mejor forma el certamen, pero insistió: Tengo un plantel con muy buenos jugadores, con ambición y carácter.

El América es uno de los equipos con mejor marca goleadora, ha anotado 12 tantos y sólo ha recibido cuatro, pero Torres afirmó: No da miedo. Nosotros tenemos respeto; miedo, a nadie. No tuvo empacho en reconocer: América viene bien, fue campeón, inició bien y tiene buenos jugadores; es un buen equipo y está bien dirigido.

Luego del cese del director deportivo Alberto García Aspe, el técnico está consciente de que su situación en el banquillo es frágil y una derrota puede significar su salida. “No pienso en eso, sólo en preparar al equipo para ganar y a partir de ahí sumar de a tres puntos. Hay que evitar la paternidad, jugar con total entrega y mucha concentración.

Creemos y estoy seguro de que ganando podemos colarnos hacia una de las metas que es la clasificación... ¡Necesitamos un triunfo!, enfatizó.

El entrenador subrayó con optimismo que la victoria está al alcance de la mano, porque observa a sus pupilos con todas las ganas de salir adelante y día a día, partido a partido, trabajan con gran disposición.

Por último, negó sentir odio hacia el rival en turno. Hablar de odio es cuando no puedes ni ver a alguien; es rivalidad, nada más, y sí, en estos clásicos siempre queremos ganar y ellos también, concluyó.