Sesionar un solo día en una sede alterna, las instalaciones del Centro de Convenciones Banamex, costó al Senado de la República poco más de un millón 300 mil pesos.

Es la suma que erogó por el alquiler del salón que se usó como pleno senatorial, la comida para poco más de 500 personas, incluyendo legisladores, asistentes, personal de apoyo y resguardo parlamentario, además del pago por el alquiler de vehículos.

De acuerdo con datos de los responsables del manejo financiero del Senado, el alquiler del Centro Banamex fue superior al millón de pesos y en transporte se pagó cerca de 300 mil pesos.

Se contrataron 10 autobuses que estuvieron disponibles desde las mañana del jueves hasta la madrugada del viernes, y a una veintena de taxis para llevar a los senadores de PRI, PAN y Verde, junto con empleados, colaboradores y funcionarios de las inmediaciones del edificio de Paseo de la Reforma –bloqueado por los maestros disidentes– al Auditorio Nacional, de ahí fueron trasladados en autobuses hasta el Centro Banamex, en Lomas de Sotelo.

El perredista Alejandro Encinas comentó que más oneroso aún que lo gastos económicos es que el Senado debió andar a salto de de mata, por no atreverse a negociar con la CNTE.

Es una vergüenza que en lugar de encarar con responsabilidad el problema con un sector de la población disidente con asuntos que se discuten en el Congreso, nos obligaran a refugiarnos.