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Elena Poniatowska participó en el ciclo que se desarrolla en la Capilla Alfonsina

La efervescencia social corría en la sangre de Monsiváis y se le volvió tinta
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Elena Poniatowska, colaboradora de La Jornada, en la Capilla AlfonsinaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de agosto de 2013, p. 6

Durante más de 40 años, Carlos Monsiváis no sólo fue el cronista de la vida de México, sino también nuestra conciencia nacional, dijo la escritora y periodista Elena Poniatowska, la noche del jueves, en la Capilla Alfonsina.

La autora de La noche de Tlatelolco y colaboradora de La Jornada participó, junto con Fabrizio Mejía Madrid y Pável Granados, en el ciclo Cronistas contemporáneos en la sesión titulada Memoria de tinta: Monsi cronista, en recuerdo del ensayista y autor fallecido el 19 de junio de 2010.

A Carlos Monsiváis, subrayó la escritora, la emergencia de los movimientos sociales le corría en la sangre y se le volvió tinta.

Incluso “fue testigo, juez y parte para contribuir a rebajar la impunidad que rodea a la política mexicana y a la vida empresarial. Estas fueron algunas de las tareas que se impuso y de tanto escribir sobre movimientos sociales el propio Monsi se volvió un movimiento social”.

Sin el cronista y narrador, puntualizó Poniatowska, perdimos el sustento cultural de nuestros movimientos y de nuestras luchas políticas, así como la constancia escrita de los ideales de los jóvenes y de su heroísmo.

Además de que Carlos Monsiváis se caracterizó por su lucha contra el sida y el autoritarismo, a la vez fue implacable contra los racistas, los dogmáticos, los conservadores, los cursis, los corruptos y los homófobos.

El caso de Monsi, aceptó la autora, me apasiona porque no es ni novelista ni ensayista, sino más bien cronista, pero sus extraordinarios textos en prosa más que la disolución de estos géneros son su conjunción.

De esta forma un nuevo lenguaje aparece en Monsiváis. El lenguaje de un muchacho callejero de la ciudad de México, un muchacho inteligentísimo que ha leído todos los libros, todos los cómics y ha visto todas las películas. Monsiváis es un nuevo género literario.

En su oportunidad, el escritor Fabrizio Mejía Madrid, expresó sobre el autor de la columna Por mi Madre, bohemios: Carlos Monsiváis es una de las piezas fundamentales para entender los años 60 y 70 en México, así como lo son las obras de Elena Poniatowska, José Agustín o José Joaquín Blanco.

Durante toda su vida, prosiguió Mejía Madrid, el cronista se dedicó a debatir y a burlarse de la cultura oficial y a poner en el centro cosas consideradas marginales.

“Monsiváis busca un despertar nacional, una respuesta a las preguntas, ¿por qué estamos aquí?, ¿por qué quedarnos callados?, ¿por qué no alzamos la voz? Marchamos, leemos, argumentamos. Monsi estaría maravillado del despertar juvenil y los movimientos democráticos que muchos jóvenes crearon mediante las redes sociales. Eso era lo que él quería ver: la unión del pueblo ante un bien común”.

En su texto Carlos Monsiváis cronista, Pável Granados puntualizó: El rompecabezas de la realidad es incomprensible de ahí que Monsiváis lo destrozara de unos cuantos golpes y luego lo volviera a unir. No es que hiciera más comprensible a la realidad, pero por lo menos pretendía decir que las cosas no eran tan sencillas.

Por esta razón, explicó, los discursos que se repiten, la ideología dominante que sale a cada momento por la televisión, contra eso, estaba dirigida su obra casi totalmente. Por eso fue una batalla continua.